Lourdes Juárez retuvo el campeonato supermosca del CMB en su primera defensa. La retadora, Diana Bonita Fernández, le opuso más valor que el boxeo necesario para arrebatar el cinturón.
La hermana menor de la Barby Juárez ha crecido como peleadora y la noche del viernes en Ciudad Juárez, demostró que sabe moverse en el cuadrilátero y ofrecer un boxeo emocionante. La victoria de Lourdes fue indiscutible, aunque uno de los jueces vio ganar a la peleadora local, por lo que la victoria fue por decisión dividida.
Después del combate, Lulú se siente más convencida de su potencial. Cuando el mercado del boxeo femenil estadunidense está en crecimiento y las peleadoras de aquel país empiezan a despuntar, ella piensa que debe apuntar hacia esa escena, aprovechar el negocio y al mismo tiempo probarse a sí misma que es una campeona solvente.
“Las pugilistas mexicanas debemos creer más en nosotras mismas”, explica; “ahora que se abrió el boxeo a las mujeres en Estados Unidos y las chicas de allá, muchas olímpicas, están destacando, nosotras debemos aprovechar, pero si no nos la creemos, pues fallamos, como ha sucedido”.
Después de vencer a Fernández en su primera defensa, la campeona empieza a imaginar posibilidades. Ya se demostró que no fue una noche de suerte por la que le quitó el título a Guadalupe Martínez en diciembre de 2020 y ahora piensa que debe ser más ambiciosa.
“He vivido una evolución que me hace sentir más segura”, comenta; “no sólo madurez, sino que encontré un modo más agresivo, mi mente cambió y desde luego mi cuerpo es más fuerte y atlético”.
Durante el combate, desde su esquina le gritaban a Lourdes que se plantara a esperar a Diana. Pero la campeona no quería decepcionar en su primera defensa, así que salió a buscar el choque y gracias a eso regaló una emotiva contienda.
