Ciudad de México. Con el miras a fortalecer la cooperación bilateral contra el tráfico ilícito de armas entre México y Estados Unidos, los pasados 13 y 14 de julio una delegación de funcionarios del gobierno de mexicano tuvo una reunión de trabajo con los representantes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de los Estados Unidos, en las ciudades de San Antonio y Laredo, Texas.
Durante la reunión en San Antonio, Texas realizada el 13 de julio, la delegación mexicana planteó a las autoridades de CBP la importancia de combatir el tráfico ilícito de armas y municiones, por las implicaciones que tiene en los niveles de violencia, de acuerdo con un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
El principal delito que se comete en México con armas de fuego es el homicidio doloso, mismo que ha aumentado significativamente desde finales del siglo pasado.
Del uno de enero de 2020 al 24 de junio de 2021, las autoridades mexicanas han decomisado 28 mil 456 armas de fuego. Los municipios donde se han llevado a cabo el mayor número de aseguramientos de armas son Tijuana, Juárez, León, Guadalajara, Reynosa, Querétaro, Nuevo Laredo, Mexicali, Culiacán y Celaya.
La delegación mexicana expuso que las entidades federativas con mayor afectación por el tráfico ilícito de armas se ubican en la frontera con Estados Unidos, como Baja California, Sonora, Chihuahua y Nuevo León, así como en los estados en los que se registran enfrentamientos entre grupos de la delincuencia organizada, principalmente en el Estado de México, Guanajuato, Michoacán, Jalisco, Veracruz, Guerrero y Zacatecas.
Posteriormente, el 14 de julio, la delegación mexicana visitó el Puente Internacional Juárez-Lincoln en Laredo, Texas. Tras efectuar un recorrido por las instalaciones, las autoridades de CBP mostraron los procedimientos que se llevan a cabo para el decomiso de armas en dicho puerto de entrada a Estados Unidos.
Esta reunión con autoridades de CBP se realiza en el marco de los trabajos y acuerdos del Grupo de Alto Nivel sobre Seguridad México-Estados Unidos (GANSEG), a fin de reducir la violencia provocada por la delincuencia organizada, promoviendo una frontera más segura en beneficio de los dos países.
La delegación mexicana fue presidida por el director general de Asuntos Especiales de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Julio César Sánchez, así como representantes de las secretarías de Gobernación, de la Defensa Nacional, de Marina, de Seguridad y Protección Ciudadana, de la Guardia Nacional y de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, entre otras instituciones.
La delegación estadounidense estuvo encabezada por la CBP, y participaron funcionarios como Clin Lamp, director de operaciones de campo de ese organismo.