Las mejores tramas. Con nueve largometrajes de ficción y varios cortos y documentales, Nicolás Pereda ha afianzado su reputación como uno de los narradores fílmicos más originales en México. El título de su primer trabajo, ¿ Dónde están sus historias? (2007) era ya elocuente, y en su momento fue justamente premiado como mejor largometraje en el Festival Internacional de Cine en Morelia. Desde entonces el realizador viene armando sus historias de familia con ese recurso de autor que consiste en utilizar regularmente a un mismo grupo de actores (estrategia utilizada antes por Gabriel Retes), haciendo incluso que sus personajes lleven el mismo nombre que los comediantes. Lo más interesante, sin embargo, es la manera en que Pereda intriga siempre a sus espectadores con su novedosa reinterpretación de la realidad. Cuando alude por ejemplo a los hechos más violentos de los cárteles de la droga en México, como en el caso de El verano de Goliat (2010), lo hace de una manera oblicua, siempre subjetiva, dejando que el público infiera la intensidad de esa violencia a partir de apuntes muy breves en el diseño de los personajes y la circunstancia que los rodea. En una de sus cintas más logradas, Los mejores temas (2012), el regreso de un padre al seno familiar, luego de 15 años de ausencia, es el pretexto para una picaresca doméstica marcada por un tributo reiterado a la canción popular mexicana y una narrativa en la que predominan el humor negro y el absurdo.
En Fauna (2020), el director acude de nuevo a sus actores favoritos (Gabino Rodríguez, Laura Prado, Teresa Sánchez, Francisco Barreiro) para narrar otro rencuentro familiar. Una pareja de actores (Laura y Francisco) visitan a la familia de la primera en un pueblo minero al norte del país, para reanudar ella el contacto con su padre y su hermano, Gabino, y confrontar a Paco con un ambiente doméstico que en todo momento le resulta desconcertante y amablemente hostil. Las situaciones bufas se multiplican en esta nueva comedia del absurdo. Las canciones memorizadas en Los mejores temas se vuelven aquí los parlamentos improvisados de una serie televisiva de narcos que un perplejo Francisco deberá interpretar para diversión burlona de Gabino y el padre de su novia. La presión absurda que sobre él se ejerce resulta casi la parodia chusca del interrogatorio y tortura padecidos por algún rehén víctima de la delincuencia organizada. Fiel a su estilo irónico y mordaz, Nicolás Pereda elabora, por medio de la comedia, un comentario sobre los efectos de la narcocultura y la brutalidad criminal en México. El punto más interesante de la cinta es la bifurcación final del relato en ese recurso a una narración dentro de otra que convierte a Gabino, lector de una novela posiblemente policiaca, en el intérprete, junto con su hermana, de una historia (la búsqueda de un narco llamado Rosendo Mendieta), en la que Gabino juega el papel del perseguidor atribulado. En Fauna queda de manifiesto una gran paradoja: el cineasta con mayor reputación de autor hermético, es capaz hoy de ofrecer las historias más divertidas y originales del cine mexicano independiente.
Se exhibe en la sala 1 de la Cineteca Nacional. 12:00 y 18:30 horas.