Pueblos originarios de la Ciudad de México consideraron una “simulación” la consulta prevista para agosto, sobre los Programas Generales de Desarrollo y de Ordenamiento Territorial, ya que las propuestas que se hagan estarán condicionadas a la decisión del Instituto de Planeación.
Expresaron que se pide a los pueblos y barrios participar, pero sus opiniones o propuestas serán mandadas a un anexo, y se tomarán en cuenta siempre y cuando lo determine el mencionado instituto, de acuerdo con lo establecido en la Base Cuarta de la Convocatoria de Consulta indígena, donde se señala que “tendrá por objeto que la autoridad responsable sistematice los resultados de la consulta en el Anexo de Mecanismos de Participación, en que se asentarán las recomendaciones y propuestas a los proyectos de Plan General de Desarrollo y de Programa General de Ordenamiento Territorial y, en su caso, sus incorporaciones, así como la entrega del material documental del proceso de consulta”.
Los representantes de los pueblos del sur de la capital manifestaron que es “claro que la consulta únicamente pretende cubrir un requisito para evitar la nulidad de los programas, ya que es imposible que se agoten todas las etapas del ejercicio ciudadano que implica someterlos a consideración de todos los pueblos y barrios, en únicamente siete días”.
Se trata, declararon, de un proceso complejo en el que se deben identificar a todas las comunidades, generar asambleas informativas, y analizar documentos de más de 800 páginas, lo que resultaría imposible de realizar en una semana (del 5 al 12 de agosto), como lo ha previsto la autoridad.
Al declarar su posicionamiento: los pueblos y barrios rechazaron tanto la consulta como el contenido del programa, que establece, principalmente, polos de desarrollo para favorecer más al poder inmobiliario, aseguraron.
Representantes de la Coordinadora de Pueblos, Barrios Originarios y Colonias de Xochimilco aludieron que la consulta no toma en cuenta el derecho de libre determinación, como aspecto base sobre el cual se debe generar el “desarrollo” propio y el ordenamiento territorial.
Los pueblos y barrios, expresó la agrupación en su posicionamiento, deben decidir por sí mismos sus prioridades y sus planes, no el Estado de forma unilateral.
Pobladores de San Mateo Xalpa, Santa Cecilia, San Francisco Tlalnepantla y otros, manifestaron que el desarrollo urbano e inmobiliario se ha impuesto históricamente por encima del beneficio e interés de las comunidades indígenas.