Ciudad de México. La región de América Latina y el Caribe está en la trayectoria de una década perdida, en un contexto de desigualdad y pobreza que aumentó con la crisis derivada de la pandemia de Covid-19. Además hay enormes asimetrías sobre la vacunación, ya que tan sólo 13 por ciento de la población ha recibido las dosis, mientras la Unión Europea tiene vacunada tres veces ese porcentaje, sostuvo Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
En la región hay “una verdadera crisis alimentaria”, hay un retroceso de 25 años en la lucha contra el hambre, 60 millones de personas viven en esa condición, 14 millones más de los que había en 2019. Una cara es la del hambre, la otra son la distintas formas de mal nutrición, “hay hambre y sobrepeso y obesidad, uno de cada cuatro adultos es obeso” en la región, informó por su parte Julio Berdegué, director regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
Durante el foro virtual Diálogo regional previo a la cumbre de Naciones Unidas sobre los sistemas alimentarios, agregó que se ha enfrentado un “verdadero azote” en materia de aumento de la pobreza en el planeta, pues en sólo un año se agregaron 118 millones de personas en condiciones de hambre, es decir, ni siquiera tienen el consumo mínimo de energía.
Bárcena sostuvo que la inflación se ha dado por el incremento de precios de alimentos, más que en otros bienes. “El aumento de la pobreza y aumento del precio de los alimentos, acentúa la doble carga de obesidad y mal nutrición”. Expresó que la cumbre cobra más relevancia por los impactos sin precedente que la pandemia ha tenido en la región y la inseguridad alimentaria.
Precisó que durante 2020 la región experimentó “una caída de 6.8 por ciento, la peor contracción económica en 120 años. Este año, si bien hemos hablado de la paradoja de la región, se crecerá 5.2 por ciento, un rebote que no alcanzará para alcanzar el crecimiento sostenido por que los impactos sociales, ambientales y estructurales se han agudizado. Pero en 2022 se prevé que será de 2.9, una desaceleración respecto a 2021”.
Sostuvo que los problemas estructurales que limitaban el crecimiento antes de la pandemia se agudizaron y afectan la recuperación y los mercados laborales, “la región sigue en la trayectoria de una década perdida, la crisis derivada de la pandemia elevó la desigualdad y la pobreza”. Señaló que las medidas que los países establecieron para contrarrestar el hambre, han sido insuficientes.