La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) reportó fuertes incrementos de precios en varios productos de la canasta básica, los cuales van desde 8 hasta 75 por ciento anual, lo que de acuerdo con el organismo, empeora la carestía alimentaria de las familias.
De acuerdo con su monitoreo mensual de precios, el caso más alarmante es el de la cebolla, pues al cierre de la primer quincena de julio su precio se disparó 75 por ciento en comparación con igual periodo del año pasado; en tanto, la tortilla se elevó 33 por ciento; el jitomate, 20; el arroz, 18.5; el aguacate 18.1, y el frijol, 16.6 por ciento.
Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Anpec explicó que la importación de gasolinas y gas natural, productos de carácter estratégico para garantizar el bienestar nacional, más la sequía que flagela al campo, explican la escalada inflacionaria que vive el país.
“Nuestra alimentación sigue dependiendo del extranjero, tan solo en el primer semestre de este año hemos pagado 7 mil 500 millones de dólares por concepto de importación de granos. Los que más importamos son maíz amarillo y frijol; esta dependencia exhibe nuestra fragilidad”, comentó Rivera.
Resaltó que los alimentos se encarecen constantemente y ponen en riesgo la alimentación y nutrición de la sociedad.
“Lo que hemos venido informando se confirma: hay un proceso de empobrecimiento alimentario en los hogares de nuestro país. Esto es la quintaesencia de nuestra fragilidad nacional: hambre y desnutrición”, explicó el representante de la Anpec, organismo cuyos miembros están en contacto directo con los consumidores mexicanos.
En lo que va del 2021, México ha importado alrededor de 23 millones de toneladas de maíz, frijol, trigo, sorgo, avena y arroz ante la menor producción local.
Para Rivera, la dependencia foránea de alimentos pone cada vez más en riesgo la soberanía del país; además, la inflación anual de 5.4 por ciento en Estados Unidos, es la más alta en los últimos 30 años.
“Es un ave de mal agüero para nosotros, aquí aplica la popular máxima de que cuando EU tiene un resfriado, México padece una neumonía. Esto abre la posibilidad de una devaluación del peso y el subsecuente incremento en el costo de las importaciones (granos, gas natural y gasolinas). De concretarse este escenario adverso se colapsaría el frágil consumo nacional, de por sí, alicaído y abaratado”, puntualizó.