El incremento en la generación de energía a partir de fuentes renovables no ha sido suficiente para compensar la demanda de combustibles, por lo que se ha mantenido el impulso a la producción con fuentes fósiles, aseveró ayer la Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) en un reporte semestral.
Detalló que luego de que la demanda mundial de electricidad disminuyó uno por ciento en 2020 debido a la pandemia de Covid-19, se prevé que repunte 5 por ciento este año y 4 por ciento en 2022, como efecto de la recuperación económica mundial. En México, la demanda se redujo 3 por ciento el año pasado.
La IEA espera que la mayor parte del aumento en la demanda de electricidad provenga de China e India. El organismo prevé que los requerimientos en México regresen a los niveles observados en 2019.
Explicó que la generación de electricidad a partir de energías renovables –incluyendo la hidroeléctrica, eólica y solar fotovoltaica– crecerá en todo el planeta 8 por ciento en 2021 y más de 6 por ciento el siguiente año. Sin embargo, “con este fuerte crecimiento, las energías renovables sólo podrán satisfacer alrededor de la mitad del aumento proyectado de la demanda mundial de electricidad durante esos dos años”.
Agregó que la generación de electricidad basada en combustibles fósiles cubrirá 45 por ciento de la demanda adicional este año y 40 por ciento en 2022. La nuclear representará el resto.
Derivado de ello, se prevé que las emisiones de carbono del sector eléctrico, que cayeron tanto en 2019 como en 2020, aumenten 3.5 por ciento este año y 2.5 por ciento para el siguiente, datos que “las llevarían a un máximo histórico”.
El crecimiento de las energías renovables ha superado el aumento de la demanda en 2019 y 2020, debido a que es lenta o está en declive.
La IEA prevé que la generación de electricidad a base de carbón aumente casi 5 por ciento este año y 3 por ciento más en 2022, y que la de gas, que disminuyó 2 por ciento el año pasado, se eleve uno por ciento al cierre de 2021.