Chilpancingo, Gro., Habitantes de la comunidad El Fresno, municipio de Chilpancingo, demandaron a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) el cambio de 10 postes de energía eléctrica que se encuentran dañados y a punto de caer, debido a que ponen en riesgo a unas 30 familias. Desde hace más de un año, dijeron, informaron a la CFE de esta situación, pero no les prestaron atención.
“Tememos que ocurra un incendio en el pueblo (de cerca de 2 mil habitantes), debido a que cuando sopla el viento uno de los cables saca chispas y puede provocar un cortocircuito a gran escala”, informó Joaquín Palacios Morales, segundo comisario de El Fresno.
Manifestó que los postes “ya están de lado” debido a que el piso se reblandeció por las lluvias. Han llamado a la CFE “y nos dicen que van a venir, pero desde hace dos años los estamos esperando”.
El gobierno estatal y el ayuntamiento tampoco les han hecho caso. “La próxima semana vamos a ir hasta las oficinas de la CFE ubicadas en Chilpancingo, y también al palacio de gobierno, a solicitar audiencia con el alcalde Antonio Gaspar Beltrán”.
Palacios Morales dijo que hay varios problemas no resueltos desde hace varios años: “Los caminos están inservibles, sobre todo en época de lluvias; por eso en muchas ocasiones no vienen los maestros, aparte de la pandemia, por la que no ha habido clases, además de que los niños no cuentan con Internet y han perdido un año”.
En muchas ocasiones “hemos solicitado médicos a la Secretaría de Salud, pero tampoco nos atienden, y trasladar un enfermo hasta Chilpancingo es prácticamente imposible; la gente se enferma mucho de las vías respiratorias porque aquí hace mucho frío”.
Uno de los campesinos productores de amapola, actividad a la cual se dedica la mayoría de los pobladores de El Fresno, denunció que en meses recientes, helicópteros, al parecer del Ejército Mexicano, fumigaron la mayoría de sus plantíos de amapola, lo que “nos afectó muchísimo porque agarran parejo, vienen y fumigan hasta los árboles.
“Sembramos amapola porque el gobierno nos tiene abandonados, estamos olvidados, y nosotros los jóvenes no tenemos dónde trabajar. Pedimos al gobierno empleos, pero no nos hace caso”.
Calculó que la fumigación afectó unas 30 hectáreas de sembradíos de amapola. “Prácticamente toda la producción de amapola y eso nos dejó más pobres y sin empleo, porque la mayoría de los campesinos se dedica a este trabajo”.
Manifestó que gracias a que siembran maíz y frijol pudieron mitigar la pobreza, “pero la mayor inversión es para la amapola, y la fumigación de nuestros plantíos nos dejó muchas pérdidas”.
Este año “estamos iniciando de cero. Muchos nos vamos a Chilpancingo a trabajar para comprar abono, así como los líquidos que utilizamos para los cultivos”.