Más de 80 personas, algunas de ellas aparentemente enfermas de Covid-19, hicieron fila en el zócalo de Acapulco, Guerrero, para someterse a pruebas, pues se las exigieron en sus empleos.
Sin embargo, autoridades sanitarias les notificaron ayer que los reactivos se agotaron, por lo que unos 40 inconformes bloquearon la avenida Costera. Se quejaron de que los responsables del módulo no les informaron que sólo se realizarían 90 estudios.
La protesta concluyó después de que el jefe de la jurisdicción sanitaria 7 de la Secretaría de Salud estatal, Eduardo Diego Valderrama, ofreció realizar ayer 69 pruebas más y aplicar “el mayor número posible” en los días siguientes.
Mientras, el Comité Estatal de Seguridad en Salud de Baja California Sur mantuvo las restricciones sanitarias en los municipios de Loreto, Mulegé y Comondú, entre ellas aforos de 30 por ciento en hoteles, restaurantes y playas, suspensión de actividades comerciales y recreativas y horarios limitados para otras, pues en esas demarcaciones no se han reducido los contagios, hospitalizaciones y defunciones por SARS-CoV-2.
En tanto, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios exigió al ayuntamiento de Benito Juárez (Cancún), Quintana Roo –donde las transmisiones de coronavirus no paran desde hace dos meses–, que obligue a antros y bares a sujetarse a los protocolos para contener la pandemia.