Ciudad de México. La llegada de Rogelio Ramírez de la O a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) puede ser la diferencia en materia fiscal consideró Luis Foncerrada, asesor económico de la American Chamber México (AmCham).
Durante su participación en un foro de análisis sobre una posible reforma fiscal, el especialista comentó que Petróleos Mexicanos (Pemex) será el mayor reto al que se enfrente el nuevo funcionario.
“Sin exagerar, vamos a depender mucho del nuevo nombramiento… Rogelio es un economista muy completo, con enorme experiencia, toda su vida ha trabajado con el sector privado, creo que es el primer puesto público que va a tener”, dijo.
Resaltó la cercanía de Ramírez de la O con el presidente Andrés Manuel López Obrador para ver cambios en lo que resta del sexenio, pero también señaló que el relevo de Arturo Herrera Gutiérrez aceptó el puesto “a cambio de una mayor flexibilidad o de una mayor apertura”.
Foncerrada también destacó que otro de los retos a los que se enfrentará el funcionario será “la estabilidad de las finanzas públicas porque está en una situación francamente frágil y está ligada a Pemex”.
Mencionó que lo más adecuado es que Pemex comience a pagar el Impuesto Sobre la Renta como cualquier otra empresa.
Agregó que si bien es difícil pronosticar algo, es posible que un cambio en materia fiscal se concrete si además de Pemex, el gobierno se enfoca en la recaudación.
El asesor económico de AmCham señaló que México tiene una de las tasas más bajas de recaudación en el mundo, pero también tiene el reto de dirigir correctamente el gasto, lo cual es fundamental para hacer productivo y competitivo al país.
“Un presupuesto bien diseñado puede crear fuentes de empleo, un país más rico”, apuntó.
Añadió que entre los desafíos del gasto público está la escasez de recursos, lo cual ha llevado a hacer frente con más deuda y actualmente es de 52 por ciento con respecto del Producto Interno Bruto (PIB).
“Es muy probable que suba este año a pesar de que Hacienda plantea que no va a subir y esto tiene implicaciones económicas importantes”, dijo.
Destacó que la reestructura del gasto es una premisa en materia fiscal, pues se ha observado que los subsidios y transferencias no crean inversión.
Comentó que si bien no se quiere gravar con el impuesto al valor agregado (IVA) a alimentos y medicamentos, se puede dar la vuelta al trabajar con un modelo de cero a exentos con excepción de una canasta básica.
Además, sugirió que se modifique el IEPS a bebidas alcohólicas para que se pague por la cantidad, no por el costo del envase.
Agregó que es necesario que se enfoque el gasto en áreas como educación e infraestructura, pues otras como petroquímica o refinación pueden esperar, mientras que la educación y el sistema de comunicaciones del país no.