La región de América Latina y el Caribe está en la ruta de una década perdida, la crisis derivada de la pandemia de Covid-19 elevó la desigualdad y la pobreza. A esto se suman las enormes asimetrías sobre la vacunación, sólo 13 por ciento de la población ha recibido las dosis y hay grandes brechas en la región, y en comparación la Unión Europea tiene vacunada a tres veces más población, sostuvo Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Se ha enfrentado un “verdadero azote” en materia de aumento de la pobreza en el planeta, en sólo un año se agregaron 118 millones de personas en condiciones de hambre, ni siquiera tienen el consumo mínimo de energía, dijo por su parte Julio Berdegué, director regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
En la región 60 millones de personas viven en condición de hambre, 14 millones más de los que había un año antes, esto indica que hemos retrocedido 25 años en esta lucha, “fueron los mejores años en el continente” y ahora hay una verdadera crisis alimentaria. Una cara es la del hambre, la otra son la distintas formas de mal nutrición, “hay hambre y sobrepeso y obesidad, uno de cada cuatro adultos es obeso”, agregó.
Durante el foro virtual Diálogo regional previo a la Cumbre de Naciones Unidas sobre los sistemas alimentarios, Bárcena sostuvo que la inflación se manifiesta con el aumento de precios de alimentos, más que en otros bienes. “El aumento de la pobreza y aumento del precio de los alimentos, acentúa la doble carga de mal nutrición, de obesidad y mal nutrición”.
Dijo que la cumbre cobra más relevancia por los impactos sin precedentes que la pandemia ha tenido en la región y la inseguridad alimentaria.
Precisó que durante 2020 la región experimentó “una caída de 6.8 por ciento, la peor contracción económica en 120 años. Este año, si bien hemos hablado de la paradoja de la región, se crecerá 5.2 por ciento, un rebote que no alcanzará para alcanzar el crecimiento sostenido por que los impactos sociales, ambientales y estructurales se han agudizado. Pero en 2022 se prevé que será de 2.9 , una desaceleración respecto a 2021”.
Sostuvo que los problemas estructurales que limitaban el crecimiento antes de la pandemia se agudizaron y afectan la recuperación y los mercados laborales, “la región sigue en la trayectoria de una década perdida, la crisis derivada de la pandemia elevó la desigualdad y la pobreza”.