La criminalización de los pueblos indígenas que defienden sus tierras y recursos se ha incrementado en diversas partes del mundo, coincidieron especialistas. La supervivencia de estas comunidades “están peligro”, la pérdida de sus miembros daña su cultura, su nación y su historia señaló Rodion Sulyandziga, del Mecanismo de Expertos sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU.
En un foro en la materia, convocado por la organización Derechos de los Pueblos Indígenas Internacional (IPRI, por sus siglas en inglés), uno de los casos que se presentó fue el del pueblo yaqui. Anabel Carlon Flores, abogada indígena de esta etnia, expuso que desde que iniciaron su lucha por la defensa del agua “la violencia ha aumentado. En este último año, en el territorio hay muchos jóvenes desaparecidos, sólo el mes pasado podemos contar seis”.
Destacó que en cada proyecto que se busca establecer en esta población, “se ha visto conflictos, muertes, criminalización y con ello impunidad”. Refirió que para el acueducto independencia, que pasa por territorio yaqui para distribuir agua a la ciudad de Hermosillo, Sonora, no se hizo una consulta indígena y aunque se les informó que surtiría también el vital líquido a estos pueblos, “a la fecha ninguno está conectado con éste”.
El agua, dijo, se ha reducido, “hemos perdido conocimiento, nuestras formas tradicionales de sembrar”. Y quienes han luchado porque se respete o se reconozcan nuestros derechos sobre agua y territorio, “han sido criminalizados”.
En el foro, en el cual la organización IPRI se solidarizó con los pueblos indígenas de Chiapas, que en las últimas semanas han sufrido ataques y desplazamientos, Leonor Zalabata, comisionada de derechos humanos de la Confederación Indígena Tayrona, de Colombia, destacó que se requiere un cambio de cultura, pero no de los pueblos indígenas sino de la sociedad y del sistema de gobierno. Reconocer la libre determinación, “somos indígenas, tenemos una identidad”.
Por su parte, Sulyandziga también destacó que en un mundo pospandemia la prioridad de los gobiernos es la recuperación económica, pero esperemos que “no sea en contra de los pueblos indígenas" y llamó a "unir fuerzas y evitar que la criminalizaciíón prevalezca”.
Añadió que la solución para cambiar esta situación está en los líderes jóvenes indígenas y su compromiso en la defensa por la autodeterminación.