“No he hablado con él (Marcelo Ebrard) ni con nadie” del proceso de sucesión, respondió el presidente Andrés Manuel López Obrador a la convocatoria de su funcionario, el fin de semana, en Toluca, donde reunió a un grupo de colaboradores, empleados, políticos y empresarios para informarles que sí aspira a la candidatura en 2024. El tabasqueño reiteró que “ahora ya todos tienen posibilidad y derecho a participar”.
Se le preguntó si podrá controlar todas las corcholatas una vez que manifestó ser el destapador. “Ah, es que el pueblo pone a cada quien en su lugar”, replicó. Y negó que le incomode la actitud de Ebrard.
Por su parte, éste no paró de mover la quijada al ventilarse el tema en la conferencia mañanera de ayer, y lacónico respondió –aun cuando el mandatario había advertido que no había conversado con él sobre el tema–: “les dije, hay que agradecer al Presidente que nos tomé en cuenta. Dediquémonos a trabajar. Seamos consistentes, perseverantes y leales. Cuando eso llegue estemos preparados para participar”.
López Obrador manifestó encontrarse tranquilo –en medio de la turba mediática que advierte un proceso de sucesión adelantada–, y declaró muerta la traición porfirista del tapado. Atrás, también consideró, quedó la participación del líder de la CTM, “don Fidel Velázquez”, quien al recibir línea de los presidentes priístas en turno destapaba a los candidatos. Y replicó así a las puntuales preguntas en torno al protagonismo de Ebrard:
–¿Usted habló con el secretario sobre el tema?
–No he hablado con él ni hablo con nadie. Ahora todos tienen posibilidad de acuerdo con lo que establece la Constitución.
–¿Qué le recomendaría en este caso?
–Pues que todos tienen el derecho, como lo establece la Constitución, a votar y a ser votados, todos los ciudadanos. Ya no hay tapados.
–¿Existe algún conflicto en el ejercicio de la función y hacer política?
–No, no, no. Desde luego están cumpliendo todos con su responsabilidad, que es lo principal, servir al pueblo, pero ahí están trabajando en sus tareas, en sus funciones, lo están haciendo muy bien todos. Yo hablé de que soy como el destapador, nada más que mi corcholata favorita será la que el pueblo quiera.
–¿Se van a poder controlar las corcholatas? –se le insistió.
–Ah, es que el pueblo pone a cada quien en su sitio. Es que ya cambió esto, es que la gente ya es la principal protagonista del cambio, ya hay democracia plena, ya son los ciudadanos los que deciden, ya es muy poderosa la fuerza de la opinión pública.
Entonces Ebrard –quien asistió a la conferencia matutina para hablar sobre vacunas– se refirió a quienes le acompañaron como “mis amigos y colaboradores. Les dije: hay que agradecer al Presidente que nos tome en cuenta. Faltan dos años y medio. Dediquémonos a trabajar. Seamos consistentes, perseverantes y leales. Estamos a la mitad del gobierno, cuando eso llegue, estemos preparados para participar”.
Entonces se le formuló una pregunta al Presidente: ¿no le incomoda que sus colaboradores expresen su intención de participar?
–No, no, no, que cumplan con su función, que atiendan sus responsabilidades, que tengan como objetivo superior la transformación de México, el bienestar del pueblo. Y adelante, con absoluta libertad –respondió.
Por la tarde, el mandatario federal publicó en sus redes sociales un texto en el que dio cuenta de su reunión con el gobernador electo de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo Cardona.