La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que la hipertensión arterial, una de las principales comorbilidades que elevan el riesgo de padecer Covid-19 grave, afecta a más de mil 130 millones de personas en el mundo, pese a lo cual, sólo una de cada cinco personas con esta enfermedad la tiene controlada.
Se trata de un trastorno grave que incrementa, de forma significativa, los riesgos de padecer cardiopatías, encefalopatías, nefropatías y otras enfermedades, pues está considerada entre las principales causas de muerte prematura en el mundo.
En América, su incidencia es de 18 por ciento, frente a 27 por ciento en África, considerada la región del planeta con la más alta prevalencia de hipertensión arterial. La OMS destacó que el número de adultos afectados por este padecimiento pasó de 594 millones en 1975 a mil 130 millones para 2015, el incremento se detectó principalmente en países de ingreso bajos y medianos.
Entre los principales factores de riesgo para desarrollar hipertensión arterial, es decir, cuando una persona presenta una tensión arterial demasiado elevada, están las dietas con consumo excesivo de sal, ricas en grasas saturadas, grasas trans e ingesta insuficiente de frutas y verduras. A ello se suma la inactividad física, el consumo de tabaco y alcohol, el sobrepeso y la obesidad.
También señaló que existen factores de riesgo no modificables, como los antecedentes familiares de hipertensión, edad superior a 65 años y la concurrencia de otras enfermedades, como diabetes o nefropatías.
Muchas de las personas afectadas por este mal desconocen su condición, pues la enfermedad no siempre va acompañada de síntomas o signos de alerta, por lo que se le considera un padecimiento silencioso que puede ser mortal.
Indicó que la hipertensión grave puede provocar cansancio, náuseas, vómitos, confusión, ansiedad, dolor torácico y temblores musculares. La única manera de detectar la hipertensión es recurrir a un profesional de la salud.