Los Angeles. Cientos de miles de hectáreas del oeste de Estados Unidos y Canadá siguen reduciéndose a cenizas este miércoles y no se avizora ni el apaciguamiento ni el fin de los imparables incendios avivados por una severa sequía.
Áreas enteras de California fueron puestas en alerta roja de fuego ante la progresión de múltiples incendios. Las llamas del foco River Fire aún no se habían contenido cerca del mundialmente famoso Parque Nacional de Yosemite y los bomberos estaban preocupados por el avance del Dixie Fire más al norte.
Si 2020 fue el peor año de la historia moderna de California en materia de incendios, es posible que 2021 ya haya batido ese récord.
Pero es en el vecino estado de Oregon donde el fuego ha causado los peores desastres hasta el momento. Atizado por un tiempo seco y ventoso, el incendio Bootleg Fire, devoró más de 86 mil hectáreas, lo que equivale a 120 mil campos de fútbol, y forzó a numerosos habitantes a escapar de la zona.
Los incendios forestales también están ganando terreno en Canadá, al otro lado de la frontera. En el oeste canadiense, que sufrió una ola de calor sin precedentes hace unos días, se han identificado más de 35 nuevos incendios en los últimos dos días, según las autoridades locales.
Uno de los principales focos se extiende por más de 40 mil hectáreas y casi 900 viviendas fueron evacuadas.
Los expertos estiman que esta ola de calor está vinculada directamente con el recalentamiento del clima mundial. Y no se espera que en los próximos días se registren mejoras meteorológicas, según la agencia meteorológica canadiense.