Johannesburgo. Al menos 72 personas murieron y mil 234 han sido arrestadas en los disturbios desencadenados por el encarcelamiento del ex presidente Jacob Zuma (2009-2018) el pasado día 8, informó ayer la policía de Sudáfrica.
El ex mandatario, de 79 años, fue detenido, cuando se entregó el pasado jueves, tras ser acusado de desacato pues no se presentó a declarar ante una comisión que lo citó, en diciembre pasado, y que investiga el desvío de fondos durante su administración.
Funcionarios de seguridad dijeron que el gobierno intenta detener la propagación de la violencia y los saqueos, que hasta ahora se han extendido desde el hogar de Zuma, ubicado en la provincia de KwaZulu-Natal, hasta la provincia de Gauteng, que rodea Johannesburgo. El gobierno desplegó soldados en las calles, pero no se ha declarado el estado de emergencia.
El lunes por la noche fueron hallados los cuerpos de 10 personas luego de una estampida en un centro comercial de Soweto, dijo el primer ministro David Makhura.
Cientos de saqueadores asaltaron almacenes y supermercados en Durban, una de las terminales de envío más concurridas del continente africano y un importante centro de importación y exportación.
Las tropas se estaban moviendo hacia los focos de tensión ayer, ya que la policía se veía superada en número y parecía impotente para detener los disturbios. Columnas de vehículos blindados de transporte circulaban por las carreteras.
Las protestas que siguieron al arresto de Zuma la semana pasada han culminado con saqueos y un torrente de ira generalizada por la desigualdad que persiste 27 años después de la caída del apartheid. La pobreza se ha visto agravada por severas restricciones sociales y económicas destinadas a frenar la propagación del Covid-19.