Washington. Los precios siguen subiendo en Estados Unidos y en junio registraron su mayor incremento en 13 años, tanto mensual como anual, una evolución que refuerza la preocupación sobre la duración de este empuje inflacionario que reduce el poder de compra de los consumidores.
El Departamento de Trabajo informó este martes que en junio la inflación aumentó 0.9 por ciento respecto de mayo pasado y 5.4 por ciento comparado con junio de 2020. Tasas mucho más altas de las pronosticadas y un alza anual que no se había visto desde agosto de 2008.
Si se excluyen las categorías de petróleo y gas, que son más volátiles, la inflación subyacente aumentó 4.5 por ciento en el año, el mayor incremento desde noviembre de 1991.
Las vacunas contra el Covid-19, las bajas tasas de interés y los casi 6 billones de dólares de ayuda gubernamental desde que la pandemia comenzó en Estados Unidos en marzo de 2020 están alimentando la demanda, tensando la cadena de suministro y elevando los precios en toda la economía.
Algunos economistas aseguran que la subida de los precios se ralentizará en los próximos meses; otros consideran que el pico inflacionario se alcanzó el mes pasado.
El repunte de la demanda en Estados Unidos y las dificultades mundiales de aprovisionamiento impulsan los precios desde hace varios meses. Al igual que en mayo, los precios de la gasolina y de los coches usados subieron con especial intensidad en junio, 45.1 y 45.2 por ciento, respectivamente en un año.
En la primavera de 2020, las primeras medidas de contención del coronavirus provocaron el desplome de algunos precios. Pero ahora, por ejemplo, la demanda de coches usados se disparó con la llegada de la recuperación económica en Estados Unidos, y también por la escasez de semiconductores que está frenando la producción de autos.
El nivel inflacionario en la mayor economía del mundo hace que se siga con especial atención la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), que ha sido expansiva para favorecer la recuperación económica, tras la crisis.
El banco central estadunidense apunta a una inflación por encima de su objetivo de 2 por ciento durante “un tiempo” y que se alcance el pleno empleo antes de endurecer su política monetaria.
“Creemos que este será el pico de la tasa anual de inflación”, dijo Kathy Bostjancic, de Oxford Economics. Pero “los aumentos de precios derivados de la reapertura de la economía y los cuellos de botella de la cadena de suministro mantendrán la tasa de inflación elevada”, apuntó.
La base de comparación con el momento en que la pandemia comenzaba a azotar la economía, es baja, y crea un efecto desfavorable. Pero, según los expertos, la reactivación mantendrá elevada la demanda y los problemas de aprovisionamiento continuarán. La inflación se mantendrá por encima de 2 por ciento hasta 2022.