Ginebra. Los países ricos no deberían pedir vacunas de refuerzo para sus poblaciones ya inoculadas mientras otras naciones no hayan recibido las primeras inmunizaciones contra el Covid-19, afirmó ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS), que denunció la “avaricia” de quienes piensan ya en una tercera dosis, cuya necesidad no ha sido demostrada.
“Si la solidaridad no funciona, hay una palabra para explicar la prolongación de la agonía de este mundo (...): avaricia”, denunció el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, durante un largo y colérico monólogo, en el que hizo varias exhortaciones en una de sus reuniones habituales con la prensa de la agencia de la ONU que dirige en Ginebra.
Afirmó que las muertes por la pandemia de Covid-19 están aumentando de nuevo, que la variante delta se ha vuelto dominante y que ya se encontró en más de 104 países.
“El abismo mundial del suministro de vacunas es irregular y desigual. Algunos países y regiones están encargando millones de dosis de refuerzo, cuando otros países no han podido inocular a su personal sanitario ni a los miembros más frágiles de su población”, exclamó Adhanom Ghebreyesus, quien critica habitualmente a los países e industriales que firman estos contratos.
Señaló a los fabricantes de vacunas Pfizer y Moderna como empresas que pretenden suministrar dosis de refuerzo en países donde ya hay altos niveles de inoculación. El jefe de la OMS indicó que, en cambio, deberían destinar sus dosis a Covax, el programa de reparto que se ha destinado principalmente a los países de ingresos medios y bajos.
Soumya Swaminathan, científica jefe de la OMS, explicó que el organismo sanitario mundial no ha visto pruebas que demuestren que las inyecciones de refuerzo sean necesarias para quienes han recibido un ciclo completo de vacunación. Si bien los reforzamientos pueden ser necesarios algún día, todavía no hay pruebas contundentes al respecto.
“Hay que basarse en la ciencia y en los datos, no en las declaraciones de algunas empresas que afirman que sus fármacos deben administrarse como dosis de refuerzo”, declaró.
Mike Ryan, jefe del programa de emergencias de la OMS, dijo: “Miraremos hacia atrás con rabia y vergüenza” si los países utilizan dosis de supuesta protección mientras personas vulnerables siguen muriendo sin antígenos en otros lugares.
Tanto Pfizer como Moderna han accedido a donar pequeñas cantidades de vacunas a Covax, pero le han dado la mayoría a los países ricos. La iniciativa Covax tiene un rezago desde hace varios meses, pues casi 60 países pobres tienen estancadas sus campañas de vacunación y sus principales proveedores de vacunas no pueden entregar dosis sino hasta fin de año.
Por otra parte, alrededor de 156 millones de niños en el mundo corren peligro de formar parte de “una catástrofe generacional” si las escuelas siguen cerradas, advirtieron en un comunicado conjunto las jefas de Unicef, Henrietta Fore, y de Unesco, Audrey Azoulay.
Las responsables de la educación y los asuntos vinculados con la infancia apuntaron que “los gobiernos han cerrado las escuelas con demasiada frecuencia y periodos muy largos, incluso en momentos en que la situación epidemiológica no lo justificaba”.
Aconsejaron que “las escuelas sean las últimas en cerrar y las primeras en ser reabiertas”, pues los efectos de las clausuras van desde un bajo rendimiento educativo hasta problemas de salud mental, pasando por un aumento de la desnutrición.
La agencia que regula los medicamentos en Estados Unidos (FDA) actualizó sus advertencias sobre la vacuna anti-Covid de Johnson & Johnson para incluir información sobre un “aumento del riesgo” de contraer el síndrome de Guillain-Barré (GBS).
Con base en un sistema de monitoreo federal sobre la seguridad de las vacunas, la FDA identificó 100 casos del poco frecuente trastorno neurológico tras la inyección de 12.5 millones de dosis, indicaron fuentes familiarizadas con el asunto.
De ellos, 95 fueron graves y requirieron hospitalización. Hubo una muerte reportada, agregaron.
El primer ministro británico, Boris Johnson, pidió “prudencia” al restablecer “las libertades” a partir del 19 de julio, cuando no será obligatorio el uso de mascarillas ni respetar la distancia social.
Francia y Grecia impusieron la vacunación obligatoria para el personal de salud. España, Tailandia y Sudáfrica alargaron confinamientos, al registrar un aumento de casos.
El primer ministro de Holanda, Mark Rutte, ofreció disculpas por lo que describió como un error de juicio en relación con el rápido relajamiento de las medidas.
Al menos 58 pacientes murieron en un violento incendio en la unidad Covid-19 del hospital Al-Husein de la ciudad de Nasiriya, en el sureste de Irak, informó el canal Al-Sumaria.
El saldo por la pandemia en el mundo es de 187 millones 118 mil 190 contagios y 4 millones 35 mil 209 muertes, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins.