Buenos Aires., El gobierno del presidente argentino, Alberto Fernández, denunció ayer ante la justicia el envío de material bélico a Bolivia, mientras se desarrollaba el golpe de Estado en noviembre de 2019, lo que se reveló recientemente en una carta archivada en la embajada argentina en ese país, acusando al gobierno derechista de su antecesor Mauricio Macri, y a varios ex funcionarios involucrados en el hecho, entre ellos la ex ministra de Seguridad Patricia Bullrich, el ex ministro de Defensa Oscar Aguad, el ex canciller Jorge Faurié, el ex embajador Normando Álvarez García, y otros cuyos nombres surgen de las investigaciones realizadas en los últimos días.
Fernández habló a una radiodifusora local, horas después de que la demanda fue presentada por los titulares de los ministerios de Seguridad, Justicia y Derechos Humanos, y de la Agencia Federal de Impuestos Públicos (AFIP) que denunciaron “el envío ilegal de armamento y municiones a Bolivia perpetrado el 12 de noviembre de 2019 por el gobierno nacional encabezado por el ex presidente Mauricio Macri, con la participación de altas autoridades del Poder Ejecutivo Nacional”.
De acuerdo con la denuncia, el objetivo fue “poner ese material represivo a disposición de la dictadura que recién había tomado el poder en el vecino país, encabezada por Jeanine Áñez, tras el golpe de Estado perpetrado por las fuerzas armadas bolivianas contra el gobierno constitucional de Evo Morales”, lo que configuraría los posibles delitos de “contrabando agravado por la cantidad de personas involucradas, por la calidad de funcionarios públicos, por la participación de un funcionario del servicio aduanero, y por tratarse de armas y municiones de guerra”.
Fernández confirmó que está certificado por documentación argentina que desde este país salieron 70 mil balas de goma para Bolivia y también cartuchos de gas lacrimógeno y granadas de gas, entre otros materiales.
Reveló que estando en curso el golpe contra Evo Morales, habló con Macri para que se le diera refugio al ex mandatario boliviano, cuya vida corría peligro en un escenario de extremada violencia y le contestó que esto traería problemas de Bolivia a Argentina, y sintió vergüenza de escuchar que el ex presidente le pidiera que reconociera el mandato de Áñez, justamente aquí, en un país que había sido víctima de tantas dictaduras.
Negó, asimismo, que hubiera persecución política contra Macri y que antes de que asumiera el cargo, el ex presidente le comentó que “estaba preocupado por las causas en su contra. Le dije que hablara con su abogado sobre los temas judiciales. Él sabe muy bien, porque se lo dije, que yo nunca voy a mover un dedo para hacer algo judicial en su contra o a su favor”, manifestó.
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