Roma. Miles de aficionados llenaron el lunes las calles de Roma para ovacionar a los campeones de la Eurocopa, mientras los jugadores realizaban un recorrido triunfal a bordo de autobuses sin techo, en una jornada en la que fueron homenajeados en el palacio presidencial, en la oficina del primer ministro y recibieron una invitación del papa Francisco.
La primera selección italiana en ganar la Euro en 53 años tuvo un día agitado. Desde su llegada al Aeropuerto Leonardo da Vinci fueron recibidos con una pancarta sobre la pista, que decía “Grazie Azzurri”.
Ante los vítores en el aeropuerto, el capitán Giorgio Chiellini levantó el puño y el técnico Roberto Mancini elevó el trofeo sobre su cabeza. También hubo aplausos para el defensa Leonardo Spinazzola al bajar las escaleras en un solo pie, el otro envuelto en yeso por una lesión en el tendón de Aquiles.
El presidente italiano, Sergio Mattarella, estuvo en Wembley para celebrar con los tifosi el triunfo en la Euro 2020. Luego, se fue a Roma a recibir a los campeones.
Antes de llegar al palacio del Quirinal, el autobús de la Nazionale, escoltado por la policía, era seguido en las calles de la capital por un largo séquito de motocicletas y vehículos, con los peatones aplaudiendo a su paso.
“No soy un experto”, reconoció el mandatario, “pero pienso que merecieron la victoria más allá de lo que sucedió en los penales”. El técnico Mancini respondió: “Permítame agradecerle por ser nuestro aficionado número 1. Vimos su felicidad, eso nos dio enorme placer”.
En otro elogio, Mattarella comentó: “Desplegaron la armonía de equipo entre ustedes y su juego, y en la actualidad eso tiene un valor extraordinario, mucho deportivismo”. Chiellini terció: “Este es el éxito del grupo, que incluso en los momentos difíciles nunca perdió el rumbo”.
Otro invitados fue Matteo Berrettini, quien cayó el domingo en la final de Wimbledon ante Novak Djokovic. El tenista le obsequió una raqueta y luego se coló a los autobuses para el recorrido.
A medida que el autobús se alejaba hacia la Piazza Venezia los jugadores, con sus medallas de campeón que recibieron menos de 24 horas atrás, tomaron fotografías de los festejos de los aficionados y los alentaron a seguir celebrando.
La alegría llegó a la suite del piso 10 en la que se encuentra el papa Francisco, quien antes del triunfo italiano pudo saborear las mieles del campeonato de Argentina, que ganó el sábado la Copa América.
De la Ciudad Eterna hasta Palermo, de Milán a Nápoles, los italianos celebraron desde la víspera en medio de un concierto de bocinas y una nube de bengalas el primer título de la Nazionale desde el Mundial 2006, su segundo título europeo después del conseguido en 1968.