Londres. El gobierno británico confirmó el lunes que la mayoría de restricciones contra el covid-19 aún vigentes en Inglaterra se levantarán la próxima semana, pero el primer ministro Boris Johnson pidió "prudencia" frente al incremento de casos por la muy contagiosa variante Delta.
"Creemos firmemente que este es el momento de acercar a nuestra nación a la vida normal, por lo que pasaremos a la siguiente etapa de nuestra hoja de ruta el 19 de julio", afirmó el ministro de Sanidad, Sajid Javid, ante el Parlamento.
A partir de esa fecha dejará de recomendarse el teletrabajo, se permitirá la reapertura del ocio nocturno y los teatros y estadios podrán recibir aforo completo.
También dejarán de ser obligatorias las mascarillas en interiores y el distanciamiento social, decisiones estas últimas criticadas por numerosos expertos en un momento en que los contagios diarios por la variante Delta del coronavirus ya superan los 30 mil y Javid reconoció recientemente que pueden llegar hasta 100 mil este verano.
Pero esta última etapa del proceso de desconfinamiento estaba inicialmente prevista para el 21 de junio y tras un primer aplazamiento, Johnson, que debía dar una rueda de prensa poco después de la intervención de su ministro, no quiere retrasarla más.
El líder conservador cree que ha llegado el momento de confiar en la responsabilidad individual en lugar de imponer normas. Pero advirtió que su "plan de restablecer las libertades debe ir acompañado de una advertencia".
Aunque la exitosa campaña de vacunación británica rompió el vínculo entre disparada de contagios, hospitalizaciones y muertes, "la pandemia mundial no ha terminado", afirmó en un comunicado previo.
"Los casos aumentarán a medida que vayamos desconfinando, por lo que al confirmar hoy nuestros planes, nuestro mensaje será claro. La prudencia es absolutamente vital", subrayó.
Más de 128 mil personas han muerto por el Covid-19 en el Reino Unido, el peor balance de Europa después de Rusia.
La campaña de vacunación ya inyectó una primera dosis al 87 por cientode los 56 millones de adultos del país y la pauta completa al 66 por ciento, pero ahora está desacelerando especialmente entre los jóvenes.
La decisión de permitir que más de 60 mil aficionados asistieran a la final de la Eurocopa el domingo entre Inglaterra e Italia en el estadio londinense de Wembley también suscitó preocupación por su impacto en términos de infecciones.
Escocia, Gales e Irlanda del Norte, que deciden sus propias políticas sanitarias, han optado por un levantamiento más lento de las restricciones.