Venecia. La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, aseguró que un mecanismo recientemente aprobado para permitir que más países graven a las grandes multinacionales podría no estar listo para ser considerado por los legisladores sino hasta la primavera de 2022.
En una rueda de prensa después de una reunión de líderes financieros del G-20 en Venecia, Yellen sostuvo que la reasignación de derechos tributarios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estaba en una “vía ligeramente más lenta” que un impuesto corporativo global de al menos 15 por ciento como parte de un acuerdo fiscal entre 132 países.
Los ministros de finanzas del G-20 y gobernadores de bancos centrales respaldaron el acuerdo durante el fin de semana, pero quedan dudas sobre la capacidad de la administración del presidente estadunidense Joe Biden para persuadir a un Congreso profundamente dividido para que ratifique los cambios.
Los comentarios de Yellen sugieren un proceso de dos pasos para implementar el acuerdo fiscal de la OCDE, con el impuesto mínimo global moviéndose primero.
Afirmó que esperaba incluir disposiciones para implementar el llamado impuesto mínimo del “Pilar dos” en un proyecto de ley de “reconciliación” presupuestaria este año que el Congreso podría aprobar con una mayoría simple, potencialmente sin el apoyo republicano.
La parte del “Pilar uno” del acuerdo pondría fin a los impuestos unilaterales sobre los servicios digitales a cambio de un nuevo mecanismo que permitiría a las grandes empresas rentables, incluidos gigantes como Google y Facebook, ser gravadas en parte por países donde venden productos y servicios, en lugar de sólo aquellos que albergan su sede o propiedad intelectual.
Esto requerirá un acuerdo tributario multilateral que llevará tiempo negociar, según un funcionario del Tesoro. “El Pilar uno irá un poco más lento. Trabajaremos con el Congreso”, explicó Yellen, cuando se le preguntó si se necesitaría una mayoría de dos tercios en el Senado de Estados Unidos, que normalmente es el requisito para los tratados internacionales. “Puede estar listo en la primavera de 2022 y trataremos de determinar en ese momento qué es necesario para su implementación”, agregó Yellen.
Por otra parte, Yellen se expresó “muy preocupada” por el riesgo que pueden representar las nuevas variantes del coronavirus para la recuperación económica global.
“Estamos muy preocupados por la variante delta y por otras que pudieran surgir y amenazar la reactivación” económica, afirmó.