Ezeiza. La Albiceleste de Lionel Messi llegó ayer a Argentina portando la Copa América que ganó (1-0) la víspera en el mítico Maracaná ante Brasil, su rival histórico, para acabar con 28 años de sequía.
El plantel lideradado por Messi, de 34 años, aterrizó en la terminal aérea de Ezeiza para dirigirse a las instalaciones de la Asociación de Futbol Argentino (AFA), horas después, la Pulga viajó a Rosario, su cuidad natal. Su amigo Neymar, el estelar de Brasil, estalló en llanto cuando terminó el encuentro porque se le escapó la posibilidad de coronarse por primera vez en la Copa América.
“¡Odio perder! Pero disfruta del título, el futbol te estaba esperando para este momento” escribió ayer Neymar en un mensaje en su cuenta en Instagram que acompañó con un video de él abrazándose con el astro argentino al final del juego del sábado.
Cuando el árbitro uruguayo Esteban Ostojich pitó el final del partido miles de personas se lanzaron a las calles de Buenos Aires y de Rosario, la ciudad natal de la Pulga, de Di María y Giovanni Lo Celso.
Una multitud se reunió en los alrededores del icónico Obelisco capitalino, iluminado con los colores argentinos y usual epicentro de celebraciones que no registraba grandes aglomeraciones desde noviembre de 2020, cuando falleció el astro futbolístico Diego Maradona.
La gente olvidó la pandemia y la sana distancia, desquiciada enarboló banderas, playeras, trompetas, bombos y platillos para celebrar. Otros se quedaron en casa por temor a contagiarse y se conformaron con salir a gritar y bailar desde los balcones y las puertas.
Durante la jornada festiva se especuló con un recorrido de los campeones por la avenida 9 de julio y una reunión multitudinaria en el Obelisco; sin embargo, las autoridades civiles y sanitarias no dieron aval y optaron por respetar la burbuja sanitaria del grupo, sobre todo tras el descontrol visto durante la madrugada, con festejos a lo largo y ancho del país.
No sólo el paseo triunfal quedó cancelado, también se descartó la idea inicial de una visita del presidente Alberto Fernández al predio de Ezeiza. El mandatario se conformó con saludar y felicitar al equipo a través de una videollamada.