Después del escalofriante incidente de Hirving Chucky Lozano la noche del sábado, el estado del jugador del Nápoles es menos sombrío. El dramático golpe que recibió cerca del ojo izquierdo y que lo dejo inconsciente unos minutos, tras una entrada feroz del defensa y el portero de Trinidad y Tobago en el primer duelo de México en la Copa Oro, lo dejará fuera de la competencia para recuperarse.
Lozano fue sometido a estudios médicos y necesitó la reconstrucción quirúrgica de la ceja izquierda, aunque en los próximos días será sometido a una valoración neurológica. Los especialistas consideraron que la recuperación será de cuatro a seis semanas, informó la Federación Mexicana de Futbol.
En un video publicado en redes sociales, Chucky apareció tranquilo, pero con el aspecto de un boxeador tras un combate. Con el ojo izquierdo cerrado y collarín, agradeció la solidaridad y buenos deseos.
La lesión de Lozano y el partido que dio el Tri ante Trinidad y Tobago dejan expuesto el “bajísimo” nivel del torneo y el riesgo al que se enfrentan los jugadores mexicanos en una competencia ante equipos semiprofesionales, plantea el ex seleccionado mexicano Adolfo Ríos.
“Ese tipo de accidentes a los que se expone a los jugadores están latentes siempre que se juega ante equipos de un nivel casi amateur”, plantea Ríos; “porque muchas veces no lo hacen con la intención de hacer daño, pero hay una inocencia en esos jugadores semiprofesionales y tienen una manera diferente de encarar el juego muy distinta a la de los futbolistas que están en ligas europeas o de mayor categoría”.
Ríos recuerda que hace dos décadas, Cuauhtémoc Blanco también fue lesionado de forma muy severa, de manera coincidente ante Trinidad y Tobago. Además de la integridad del jugador, también su carrera fue dañada; algo que pudo suceder con Lozano, cuyo paso por el Nápoles ha sido muy sacrificado.
“El jugador sabe que arriesga mucho y gana poco en este tipo de competencia ante rivales con un juego muy inferior”, advierte Ríos; “definitivamente nos perjudica demasiado ya no participar en la Copa América y sólo tener un torneo en una región que no aporta nada y es muy arriesgada para la carrera de jugadores que buscan destacar en otros horizontes”.
Ríos considera que la simulta-neidad de la Eurocopa, la Copa América y la Copa Oro dejan a ésta última expuesta en toda su desventaja deportiva.
“Se ha mencionado bastante, pero queda muy claro que en la Copa Oro sólo gana el interés económico”, finaliza Ríos.