Núremberg. Muñecas rubias pueblan las tiendas, mientras heroínas y héroes blancos colman las páginas de libros infantiles. Alemania es diversa, pero sus juguetes no tanto. Sin embargo, existen algunos ejemplos positivos.
Los juguetes marcan a los niños. Con ellos, aprenden y comprenden el mundo. Pero, muchas veces, estos objetos también plasman estereotipos, en particular cuando representan minorías, como personas negras.
Mascha Eckert y sus colegas del Museo del Juguete en Núremberg se ocuparon durante los años recientes del racismo evidente en estos objetos, pero también del que está oculto. Los resultados de esta labor podrán verse en una muestra a partir del 15 de julio, que a la vez es una señal en favor de mayor diversidad en el mundo de los juguetes.
Christian Ulrich, de la Feria Internacional del Juguete de Núremberg, considera que la industria está en el umbral de una tendencia. “Los juguetes diversos deberían darse por sentado y tener elevado valor”.