El aislamiento preventivo de la sociedad a raíz del nuevo orden impuesto por la pandemia de Covid-19 en urbes como la Ciudad de México, supone un replanteamiento de la arquitectura, toda vez que su uso tradicional se encuentra en entredicho en la medida que la crisis sanitaria ha transformado nuestras casas en oficinas, escuelas o sanatorios, con la intención de aislar del exterior a sus ocupantes, advierte el arquitecto Gabriel Merigo Basurto, encargado de la restauración de las estatuas ubicadas en la lateral del Paseo de la Reforma.
Sin embargo, “el planteamiento de un nuevo orden que se oponga a la pandemia vale mucho más que las medidas de aislamiento social, la sana distancia y el uso recurrente de gel para las manos; presupone una concepcion arquitectónica y urbana para el combate a la enfermedad basada en la investigación de nuevas tipologías”, apuntó.
Esto es, proyectos a escala “a partir de espacios ventilados, iluminados y con posibilidades de uso distinto que permitan el aislamiento de la población, cuidando su salud emocional”.
Esta nueva cultura de la prevención y combate a las epidemias “deberá evitar áreas compartidas, separando circulaciones y accesos y promoviendo la proximidad de los diversos usos de suelo de una comunidad con el fin de estimular la circulación peatonal y el uso de bicicletas, privilegiar el uso de los espacios exteriores para actividades diversas, estudio del aforo máximo admisible y protocolos permanentes de desinfección general”.
Asimismo, por salud e higiene de las comunidades, el mejoramiento de la infraestructura, tratamiento de aguas negras y desazolve.
Con el fin de construir este nuevo orden habrá que retomar las enseñanzas en las que las enfermedades infecciosas influyeron para la conformación de la arquitectura actual.
En el siglo XlX, en la lucha contra la tuberculosis, a falta de medicamentos, se recurrió al replanteamiento de la tipología de los hospitales, agregó.
Así, los espacios cerrados “se cambiaron por galerías con soleadas y con ventilación naturales en favor de la interacción de los pacientes con la naturaleza como procedimiento alterno al medicinal”.