Roma. El Papa Francisco, en convalecencia desde hace una semana tras una operación de colon, se dirigió este domingo a los fieles desde un balcón del décimo piso del hospital de Roma donde se encuentra internado.
"Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! Me alegra poder mantener la cita dominical del Ángelus también aquí desde el hospital Gemelli", dijo, aclamado por unas 200 personas reunidas frente al hospital, muchas de ellas personal médico con bata blanca.
"Os doy las gracias a todos, he sentido mucho vuestra cercanía y el apoyo de vuestras oraciones. Gracias de todo corazón" añadió con voz un poco ronca.
"En estos días de hospitalización, he experimentado lo importante que es un buen servicio sanitario, accesible a todos, como el que hay en Italia y en otros países", subrayó.
"¡Tenemos que mantenerlo! ", pidió.
"Quiero expresar mi aprecio y mi aliento a los médicos y a todo el personal sanitario y hospitalario", dijo el Papa, que también saludó a tres niños enfermos.
Pidiendo oraciones por todos los enfermos, deseó "que no se deje a nadie solo, que todos reciban la unción de la escucha, de la cercanía y del cuidado", instando también a todos a ocuparse de una persona que sufre, con "una visita, una llamada telefónica, una mano tendida a quien necesita ayuda