En el 87 aniversario del Sindicato Minero, el dirigente nacional de ese organismo, Napoleón Gómez Urrutia, reiteró el llamado a los grandes empresarios del ramo a dejar atrás la confrontación y sentarse a negociar los conflictos pendientes, entre ellos las huelgas de Cananea, Sombrerete y Taxco, que están por cumplir 14 años, y concretar el acuerdo para la reapertura de la mina de Cosalá.
Precisó que en esas casi nueve décadas de vida, el Sindicato Minero ha librado batallas importantes, sobre todo durante los sexenios de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, en que el organismo a su cargo fue objeto de ataques concertados entre los gobiernos panistas y los consorcios más poderosos, como Grupo México, de Germán Larrea; Peñoles, de Alberto Bailleres, y del Grupo Acerero del Norte, cuyo dueño, Alonso Ancira, enfrenta ahora un proceso penal.
“Fueron años de lucha constante, de resistencia para vencer esos ataques brutales de parte de los hombres más ricos del país, los que no han querido cambiar su mentalidad y adoptar una responsabilidad social, un compromiso, con sus trabajadores, el medio ambiente y la comunidad donde operan.”
También senador de Morena, Gómez Urrutia explicó que esos ricos empresarios intentaron liquidar al Sindicato Minero y emprendieron una persecución penal en su contra y de los demás dirigentes, porque no aceptan una organización que pelea por salarios justos y condiciones de seguridad adecuadas, que eviten accidentes y pérdida de vidas, como ocurrió en Pasta de Conchos y en otras minas.
Detalló que lleva una relación cordial y respetuosa con la mayoría de los empresarios con los que el Sindicato Minero tiene firmados contratos colectivos, a excepción de las firmas mineras preponderantes ya mencionadas, las que dominan el mercado, obtienen utilidades millonarias y han amasado enormes fortunas, “pero quieren seguir tratando a los trabajadores como esclavos”.
Sensibilidad y solidaridad hacia trabajadores
Ojalá, agregó, esos empresarios entiendan que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador dejó clara la separación entre el poder económico y político, que no habrá más canonjías ni complicidades y “se vuelvan sensibles y solidarios con sus trabajadores.
“No pueden continuar con esa actitud voraz y mezquina de escatimar y regatear recursos para garantizar la seguridad de los mineros, de considerar como gasto toda erogación encaminada a prevenir accidentes laborales, en lugar de entenderlo como una inversión para proteger la salud y la vida de los trabajadores.”
Reiteró, como lo hizo durante la presentación de su libro El triunfo de la dignidad, que está dispuesto a pasar página y a sentarse a negociar con Larrea y los demás empresarios. No puede demorarse más la solución de las huelgas que este mes cumplen 14 años en las minas de Cananea, en Sonora; de Sombrerete, en Zacatecas, y de Taxco, en Guerrero, las tres propiedad de Grupo México.
Gómez Urrutia envió un mensaje grabado para sus representados en todo el país. “Celebramos con mucho entusiasmo el Día del Minero”, les dijo y les recordó que forman parte de “un sindicato visionario y moderno” que en 87 años ha logrado evolucionar y contar con el reconocimiento y solidaridad de organizaciones internacionales, por su batallar en defensa de sus agremiados.
“Hemos logrado los mayores aumentos de salarios en todo el país, dos veces por encima de la media nacional, y seguiremos negociando las mejores condiciones económicas para los mineros y sus familias”. Además, agregó, el sindicato sigue creciendo y ha ganado más contratos colectivos, a pesar de que algunas empresas, como Americas Gold and Silver, no respeten el derecho a la libre sindicalización.