Puerto Príncipe. Martine Moïse, viuda de Jovenel Moïse, presidente de Haití asesinado a tiros en su residencia la madrugada del miércoles, acusó ayer a enemigos de organizar el magnicidio para detener el cambio democrático en la nación caribeña, por lo que pidió a la población que continúen la “batalla” liderada por su esposo, mientras la lucha por la sucesión del poder se intensifica. La autopsia al cuerpo del mandatario reveló huellas de tortura, atribuidas a que se intentó obligarlo a firmar una carta de renuncia a su cargo.
La viuda quedó gravemente herida en el ataque que mató a su esposo, cuando hombres armados irrumpieron en su residencia en esta capital, por lo que fue trasladada en avión para recibir tratamiento en un hospital de Miami, Florida.
Martine aseguró que su esposo fue atacado por razones políticas. “Ustedes saben contra quién luchaba el presidente”, dijo sin señalar a nadie en un mensaje de audio en criollo publicado en su cuenta de Twitter, verificado como auténtico para la agencia de noticias Afp por el ministro de Cultura y Comunicaciones de Haití, Pradel Henriquez.
“Enviaron mercenarios a matar al presidente en su casa con miembros de su familia por causa de carreteras, agua, luz y referendo, así como elecciones a fin de año para que no haya transición en el país”, apuntó.
Según las autoridades haitianas, un comando armado de 28 hombres (26 colombianos), en su mayoría militares retirados, así como dos haitiano-estadunidenses, irrumpieron y abrieron fuego contra la pareja en su casa. Han detenido a 20 asaltantes y abatieron al menos a otros tres, mientras los demás están prófugos, de acuerdo con la policía nacional.
Las autoridades colombianas han identificado a 18 de sus connacionales implicados, todos contratados por cuatro empresas del país, entre quienes figuran Manuel Alberto Grosso Guarín, primo del consejero presidencial para la Seguridad Nacional, Rafael Guarín, y uno de los “militares mejor preparados del ejército”.
El diario estadunidense Miami Herald aseguró que todos fueron contratados por la empresa CTU Security, con sede en Florida, aunque no detalló las tareas que harían.
El juez Carl-Henry Destin dijo al diario local Le Nouvelliste que la autopsia de Moïse reveló fracturas de huesos en uno de sus brazos y su pierna derecha. También se indicó que su ojo izquierdo fue perforado y presentaba heridas punzantes en la frente y los pezones.
Mathias Pierre, ministro de Elecciones y Relaciones Interpartidos, dijo en una entrevista a la cadena colombiana W Radio que el presidente fue torturado porque los mercenarios querían que firmara una carta de renuncia. “Eran muchos en Haití quienes buscaban que el presidente renunciara y se fuera” pese a que había fecha de elecciones.
Jenny Carolina Capador, hermana de Duberney Capador, uno de los ex militares ultimados por las autoridades haitianas, dijo que fue contratado para proteger a personas de alto perfil y no para atentar contra la vida de Moïse.
El difunto mandatario propuso un referendo para cambiar la Constitución de Haití, programado para el 26 de septiembre, junto con las elecciones generales, a fin de remodelar el legislativo y fortalecer la presidencia.
Ariel Henry, nombrado como primer ministro poco antes del magnicidio, dijo que él debe liderar a la nación caribeña, por lo que comenzó a formar gobierno, y no el saliente Claude Joseph, quien asumió el gobierno con respaldo de la policía, las fuerzas armadas y la Organización de Naciones Unidas.
El Senado aplazó sin nueva fecha la investidura de Joseph Lambert como presidente interino, prevista para ayer, luego de que lo designó un día antes en desafío a Joseph.
Jimmy Cherizier, líder de una de las bandas más poderosas de Haití, anunció ayer que sus hombres saldrán a las calles para protestar por el asesinato de Moïse, amenazando con hundir aún más en el caos al país.
Cherizier –ex policía conocido como Barbecue, que dirige la llamada federación G9, de nueve bandas– arremetió contra la policía y los políticos de oposición, a quienes acusó de confabularse con la “burguesía apestosa” para “sacrificar” a Moïse.