Buenos Aires. Los titulares de los ministerios de Defensa y Seguridad, Agustín Rossi y Sabina Frederic, respectivamente, confirmaron que el material bélico que habría transportado un avión Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Argentina no tenía soporte legal ni autorización del departamento de Defensa, por lo que ya se investiga. Esto surge como respuesta a la reciente denuncia de que el gobierno del ex presidente argentino Mauricio Macri apoyó con material antimotines al gobierno boliviano golpista de Jeanine Áñez en 2019.
El canciller boliviano, Rogelio Mayta, se refirió al hallazgo de una carta del ex jefe de la fuerza aérea boliviana Jorge Terceros Lara a la embajada argentina en La Paz, en la que agradece el envío de, entre otros, 40 mil cartuchos de balas de goma y gases lacrimógenos para reprimir a la población que protestaba contra el golpe de Estado que derrocó al presidente Evo Morales.
De esta manera, el gobierno de Macri, de la alianza derechista Cambiemos, colaboró con el golpe. La carta está fechada el 13 de noviembre de 2019 y el material habría sido utilizado en la represión contra el pueblo boliviano, cuando se produjeron las masacres de Sacaba y Senkata.
Rossi afirmó que se constató la salida del avión desde la base del Palomar, y que éste tenía el objetivo de transportar gendarmes y cargamento que iban a fortalecer la custodia de la embajada argentina en Bolivia, pero que además llevaba un cargamento no identificado. “Pero sabían que estaban haciendo algo totalmente ilegal”, porque de lo contrario lo hubieran detallado, dijo.
El Ministerio de Seguridad difundió el informe preliminar por el envío del armamento policial a Bolivia, en el que trabajaron los jefes de las cuatro Fuerzas Federales de Seguridad, y se va a realizar un análisis exhaustivo sobre las posibles responsabilidades de autoridades y agentes.
La corresponsalía de La Jornada informó desde 2018 que había extrañas maniobras militares de Argentina y Chile con la participación de integrantes del Comando Sur. Esto sucedía en Jujuy y Salta, en la frontera con Bolivia, y también en la zona fronteriza chilena con el país andino. Hubo una protesta de Morales por estas acciones bélicas, como si el eje de un presunto conflicto fuera Bolivia.
También informamos sobre las maniobras de 2019 en la misma zona por tropas de ambos países en un insólito número de participantes. Entre ambos países sumaban más de 3 mil 500.
El 21 de noviembre de 2019, en pleno golpe de Estado, se conoció que tropas especiales, asesores y grupos mercenarios extranjeros actuaban con las fuerzas armadas y de seguridad de Bolivia en la represión contra el pueblo desarmado, y hubo denuncias sobre las nuevas armas que se estaban utilizando.
Las investigaciones indicaron que en las fronteras permeables de Bolivia con Argentina, Chile, Brasil, Paraguay, y considerando también a Perú, hubo “militarización e injerencia en 2018- 2019”.
En Jujuy se denunciaban incursiones de militares estadunidenses en La Quiaca (frontera con Bolivia). “El gobierno de Macri, con el aval del gobernador de Jujuy, el radical Gerardo Morales, están instalando una base militar en La Quiaca con el pretexto de la lucha contra el narcotráfico, la trata de personas y el terrorismo”, señala el comunicado difundido por la Asamblea Popular de la Puna.
El texto habló del “despliegue militar desproporcionado, que viola las leyes de seguridad interior y defensa nacional y rompe el pacto político-social desde el retorno a la democracia”, que “obedece al acuerdo que firmó el gobierno nacional con Estados Unidos (…) y que habilita en territorio nacional escenarios de intimidación militar y abre la posibilidad de incursiones del ejército argentino bajo mando extranjero” en otros países.
Entre el 20 y el 31 de agosto de 2018, el gobierno boliviano reaccionó ante los ejercicios militares Estrella Austral en las fronteras de Argentina y Chile con Bolivia. Morales mostró su preocupación por la presencia militar de Estados Unidos, sobre todo cuando diplomáticos argentinos confirmaron que el gobierno de Macri decidió abrir una unidad militar en Abra Pampa, Jujuy, a unos 70 kilómetros de la frontera con Bolivia.
El 23 de agosto, Morales dijo no estar de acuerdo con que Argentina militarizara su frontera con La Quiaca. “Lo que hacen (es) amedrentar; intentarán asustarnos, no nos vamos a asustar, somos un pueblo unido, con fuerzas sociales”, afirmó durante un acto en Villa Charcas, Chuquisaca, según el diario La Razón de Bolivia del 23 de agosto 2018.
También en septiembre de 2019, a pocos días de las elecciones del 20 de octubre en Bolivia, se realizaron nuevas e impactantes maniobras, para lo que se enviaron desde la ciudad de Córdoba varios vagones del tren de cargas Belgrano, llevando supuestamente material bélico para estos ejercicios.
Esto coincidió con la visita a Jujuy de Ivanka Trump, hija del entonces presidente estadunidense Donald Trump, el 4 de septiembre de 2019, quien llegó acompañada de una comitiva que incluía 2 mil 500 agentes federales e importantes funcionarios estadunidenses como el vicesecretario de Estado, John Sullivan.
El mismo día hubo reuniones y varios medios locales advirtieron de la participación de opositores al gobierno boliviano y de enviados de Macri, como el canciller argentino Jorge Faurie y el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich.
Después de este encuentro, dos vuelos salieron desde Jujuy hacia Santa Cruz de la Sierra; uno de ellos fue reconocido por el gobierno jujeño explicando que llevaban insumos para apagar un incendio en el Amazonas, que ya estaba controlado. El 14 de noviembre de 2019, la diputada nacional del Movimiento al Socialismo, de Morales, Alicia Canqui Condorí, denunció la complicidad de Morales, gobernador de Jujuy, en una entrevista desde Bolivia realizada por el periodista Fernando Alonso en Radio Caput de Argentina.
Ivanka Trump dejó “un gigantesco equipo militar y económico de la CIA. El mismo se habría camuflado como equipos de la Brigada de Incendios Forestales del Ministerio de Ambiente de Jujuy y luego enviado como recambio a la hermana nación de Bolivia”, aseguró Canqui Candorí.