Ciudad de México. Con homenajes, vigilias y rituales tradicionales, amigos y familiares dieron el último adiós a Tomás Rojo Valencia, líder y vocero de la etnia yaqui, quien fue secuestrado el 27 de mayo y hallado muerto el 17 de junio en una fosa cerca de la comunidad de Vícam, Sonora.
GALERÍA: Velan a Tomás Rojo, vocero de la tribu yaqui.
Luego de ser velado en la funeraria Robles de Ciudad Obregón, el féretro del activista fue homenajeado en las instalaciones del Distrito de Riego del Valle del Yaqui, donde su presidente, Miguel Anzaldo Olea, solicitó un minuto de aplausos “para uno de los pioneros en la lucha por el agua”.
Rojo Valencia fue uno de los principales opositores al acueducto Independencia en la administración de Guillermo Padrés Elías (2009-2015), por lo que fuerzas policiales lo amenazaron y persiguieron.
En la ceremonia estuvieron presentes colaboradores, agricultores y miembros del movimiento Ciudadano por el Agua, quienes portaban un pañuelo rojo, accesorio característico de la vestimenta del portavoz indígena.
Alberto Vizcarra, integrante del movimiento, tomó la palabra para recordar anécdotas con el líder yaqui y apuntó que su muerte debe ser un “punto de inflexión para las autoridades federales y estatales responsables del destino de las aguas del río Yaqui, y con ello cancelar la operación del acueducto”.
Añadió que después de revisar el informe de la fiscalía de Sonora, los miembros de esta organización consideran que el presunto móvil de su homicidio “es una conjetura débil y simplificada que no alcanza la estatura moral y política de Tomás Rojo; no se puede diluir su desaparición con una disputa de una caseta”, refutó Vizcarra.
Los parientes del líder yaqui agradecieron las muestras de cariño de los asistentes y refrendaron el compromiso de continuar con la lucha de los ideales del fallecido. La noche de ayer, los restos de Rojo Valencia fueron velados en el pueblo yaqui de Vícam, conforme sus tradicionales usos y costumbres.
Chihuahua: condenan a 14 años a homicida de activista
En Chihuahua, el Tribunal Penal del Distrito Judicial Hidalgo, con sede en el municipio de Parral, dictó una pena de 14 años y cuatro meses de cárcel a Rosalio Joel M. P., por el homicidio del defensor del ambiente, Juan Ontiveros, perpetrado la tarde del 31 de enero de 2017.
El líder indígena de la comunidad de Choréachi, quien hace más de cuatro años fue asesinado a balazos, era reconocido por su lucha en defensa de la tierra y recursos naturales de la Sierra Tarahumara.
La resolución judicial contempla además una sanción económica de 381 mil 979 pesos por la reparación del daño y gastos funerarios.
Asimismo el tribunal resolvió que el ahora sentenciado deberá ofrecer una disculpa pública traducida a la lengua de las víctimas indirectas como medida de satisfacción.
Por otra parte, los policías municipales, Martín M. Ch. y Beatriz Zulema H.H., fueron detenidos ayer por agentes de la Fiscalía Especializada en Delitos de Género, por su presunta responsabilidad en el feminicidio de María del Pilar Espino Bustillos, de 23 años. La joven, cuyo cuerpo fue encontrado el 3 de junio en un terreno baldío de la colonia Los Llanos, pertenecía a la etnia rarámuri; era originaria de la comunidad de Gomisachi, municipio de Guachochi.