Para llegar a la inauguración del Festival Ibérica Contemporánea fue necesario atravesar unos cuantos cerros. El trayecto empedrado que hay que recorrer rumbo a la Hacienda San Antonio del Battán, donde se lleva a cabo parte del encuentro de danza flamenca y contemporánea, fue ya de por sí una particular experiencia para quien asistió. Camino al encuentro era posible observar el verdor extendiéndose por todos los árboles que cubren los relieves a las afueras de la ciudad de Querétaro.
Durante la inauguración del encuentro de danza lloviznaba. Sin embargo, este año ni la pandemia ni el clima han sido suficientes para impedir el festejo, aunque sí han logrado modificarlo. A diferencia de las ediciones pasadas, la de 2021 tendrá una menor duración, pasando de sus habituales dos semanas a sólo una este año. Además esta edición también cuenta con la particularidad de realizarse de manera híbrida, como muchos otros festivales, el Ibérica tuvo que adaptarse para así aprovechar mejor las nuevas tecnologías.
Edición en Querétaro
En la Hacienda del Battán, en un pequeño valle formado por la orografía del lugar, se alzaba el escenario principal, rodeado de un par de fuentes y mucho pasto. Enfrente, una carpa con mesas y un segundo escenario albergaba a la gente que se refugiaba de la lluvia que comenzaba a arreciar. Para poder entrar, el público debía portar mascarilla, tomarse la temperatura, seguir las recomendaciones sanitarias.
Bajo la nubes, apenas entrar, decenas de bailaores y bailarines, principalmente de España y México, se presentaban ante el público antes de comenzar sus actos. A la cabeza de ellos, el cordobés Cristóbal Reyes, maestro del curso internacional de danza, animaba a sus compañeros y al público, vaticinando un próspero festival. Las palmas y zapateos improvisados bajo la lluvia pronto provocaron los aplausos.
Minutos más tarde, a pesar de todo, la directora del encuentro, Adriana Covarrubias, subía al escenario principal para inaugurar el encuentro. “Hemos pasado un tiempo complicado de muchas pérdidas, donde nos hemos dado cuenta de nuestra fragilidad, pero también de nuestra fortaleza, de nuestra resiliencia, de nuestra capacidad de volver a volar”, pronunció bajo un paraguas.
Mientras tanto la gente esperaba la primera danza, sentada en las varias mesas distribuidas bajo la carpa. A pesar de que se tenía la intención de que los danzantes subieran al escenario principal, el clima no dio tregua. Sin embargo, tras un ligero ajuste en la disposición de las mesas el segundo escenario pronto estuvo listo.
Finalmente se apagaron las luces y comenzó a escucharse por los altavoces el sonido de unos violines. Pronto la bailarina Siudy Garrido hacía su aparición. Vestida con apenas una blusa y un short blancos, la mujer comenzó a seguir con su cuerpo la melodía que se iba trazando, desplazándose con ligereza de un lado a otro del escenario.
Poco después, portando apenas un pantalón negro, entraba al escenario Rafael Campallo para unirse a Garrido en su acto de danza contemporánea. Entre movimientos coordinados, abrazos, cargadas y desplazamientos los bailarines se iban complementando a la vez que representaban de manera corpórea las emociones que la melodía iba sugiriendo. Al terminar, el público agradeció el espectáculo con un enérgico aplauso.
A la presentación de Garrido y Campallo le siguieron algunos videos en que se observaba a los bailaroes haciendo gala de sus movimientos y contando historias. La lluvia continuó cayendo el resto de la velada.
Para el maestro Reyes, el Festival Ibérica Contemporánea es el más importante encuentro de flamenco a escala mundial, superando incluso a la Bienal de Flamenco que se realiza en Sevilla. Sin embargo, para que esa danza pueda prosperar en México, el bailaor considera que es necesario que haya una buena formación previa.
“El flamenco no son técnicas a lo loco a ver quién baila más rápido, quién hace más síncopas, más contratiempos. No entiende nada si en realidad no comprende el flamenco y cuándo debe utilizarlo, que no molestes al cante, que no molestes a la guitarra, cuándo tienes que hacer tú escobillitas de pie, cuando tienes que llamar, cuando tienes que salir, ese es el flamenco”, explicó Cristóbal Reyes.
La definición que el bailaor cordobés tiene de la danza es que “el flamenco es un dios caprichoso que nunca es igual. El flamenco te da la vida, te da la muerte, te da un principio y un fin. Qué es el flamenco, eso que te hace vibrar, te hace reír y te hace llorar. El flamenco en sí es un sueño hecho realidad y actualmente por eso los flamencos son patrimonio de la humanidad”, puntualizó.
La octava edición del Ibérica, además de los espectáculos de danza, también cuenta en su programación con cursos, exposiciones de arte, homenajes y actos de moda. El encuentro se llevará a cabo en la ciudad de Querétaro hasta el 17 de julio. Los detalles de los actos, fechas y horarios se pueden consultar en www.ibericaontemporanea.com.mx