Francia y la Sociedad de Amigos de Marcel Proust conmemoraron ayer 150 años del nacimiento del escritor y ensayista francés (1871-1929), cuya prosa sigue inspirando a decenas de lectores en el mundo. Con formato híbrido, la gala incluyó lecturas, conferencias, exposiciones y el anuncio de rediciones inéditas.
La celebración comenzó en Illiers-Combray, localidad que cambió su nombre en homenaje a la obra cumbre de Proust –En busca del tiempo perdido–, quien pasó los últimos 15 años de su vida aislado, edificando esa monumental novela, sin ver la luz del día, prisionero en el acto de escribir. Se confinó hasta concluir las más de 3 mil páginas de los siete tomos de su reto literario, que finalizó antes de su muerte, el 18 de noviembre.
“Nadie ha ido tan lejos como Proust en la fijación de las relaciones entre lo visible y lo invisible, en la descripción de una idea que no es lo contrario de lo sensible, sino algo así como su forro y su hondura, como dijo el filósofo francés Maurice Merleau-Pont”.
Proust nació el 10 de julio de 1871. Fue un niño frágil y enfermizo: casi muere a los nueve años de asma. Su enfermedad respiratoria y las alergias al polen lo alejaron del campo.
El programa, organizado por la Sociedad de Amigos de Marcel Proust y el ayuntamiento de Illiers-Combray, incluyó un recorrido por la casa de la tía Léonie, donde el autor pasaba sus días de fiesta (entre los seis y nueve años); lecturas de la actriz Alix Bénézech, así como la conferencia La familia Proust y Francia en julio de 1871, a cargo de Jean-Yves Tadié.
En su cuenta de Twitter, ambas instancias difundieron videos de usuarios que dieron lectura a algunos pasajes de En busca del tiempo perdido, mientras el sitio literario Literland compartió 30 preguntas que el ensayista respondió en 1890.