En agosto pasado Luis Antonio Ramírez Pineda, director general del Issste, dijo que el instituto tendrá que aumentar su aportación como patrón a las cuentas individuales de los servidores públicos en concordancia con el tibio ajuste contendido en el decreto AMLO-Noriega Curtis del 16 de diciembre de 2020 para el Apartado A del artículo 123 constitucional: “estamos conscientes de la necesidad de mejorar las pensiones del trabajador y ya se revisan las opciones que se podrían aplicar en el mediano y largo plazos”.
Agregó que, como parte de estas acciones en beneficio de los trabajadores, Pensionissste busca seguir “disminuyendo” las comisiones teniendo, ahora la “más baja” del mercado: 0.79 por ciento, además de ser la “única” Afore que reparte utilidades anuales entre sus cuentahabientes. En Pensionissste, sostiene Ramírez Pineda, se buscan “opciones” de inversiones seguras y con mayores utilidades, las cuales “repercutan” en el propósito de que los asegurados tengan una pensión “digna”.
En la misma línea que Ramírez Pineda y recurriendo a los mismos “argumentos” del periodo neoliberal, Iván Pliego, vocal ejecutivo de Pensionissste, aseguró que se pretende “fortalecer” la educación financiera entre los “ciudadanos” y reducir la “incertidumbre” ante situaciones adversas. Uno de los mayores “desafíos” es aprender a “elegir” el producto financiero más adecuado para “hacer crecer” los ahorros. También hace falta comprender la importancia de realizar aportaciones voluntarias a Pensionissste para tener una buena pensión. El reto está en “revertir” la tendencia que prevalece en el país de escasa cultura del ahorro ( La Jornada).
Es decir, como en el caso del tibio decreto-AMLO-Noriega Curtis para del Apartado A, la “salida” de Ramírez Pineda y Pliego sólo contempla hacer más de lo mismo, esperando resultados diferentes: todo dentro de Pensionissste y su pago de pensiones por la vía de cuentas individuales, sin buscar un remodelaje profundo del sistema pensionario del Apartado B en su conjunto, que cubra a todos los jóvenes que ampara Pensionissste y los del artículo décimo transitorio de la Ley Issste.
El 25 de octubre de 2020, sólo dos meses después, el presidente Andrés Manuel López Obrador instruyó a los directivos del Issste: Ramírez Pineda en la dirección general, Ramiro López Elizalde (área médica) y Pedro Lohmann Iturburu (área administrativa) a que se “pongan de acuerdo” y le presenten un plan de rescate para el instituto porque ésa “es la misión”, toda vez que ha “sido saqueado” desde hace mucho tiempo.
“No les van a faltar los recursos”, puntualizó, todo lo que se “necesite” para rehabilitar las clínicas, contratar personal, contar con medicamentos y equipos y que “mejoren sustancialmente” a la institución. “Fue excesivo” lo que hicieron con los servicios: “todo” estaba subrogado, casi todo “se privatizó”. De modo que “vamos a rescatarlo”.
López Elizalde ilustró que, tan sólo con la subrogación de cuatro años del Hospital Piedras Negras (27 millones de pesos), se “hubiera” podido concluir la remodelación de la clínica en un periodo “máximo” de seis meses.
Mientras, Ramírez Pineda resaltó que la transformación está en “marcha”: concluir obras, combatir corruptelas, optimizar el uso de los recursos, mejorar la atención y cuidar las finanzas en el largo plazo ( La Jornada).
Poco antes, ante la Cámara de Diputados, el director del Issste señaló que los gobiernos estatales adeudan al instituto 64 mil millones de pesos y que, a través de la Ley de Ingresos, la institución podrá recuperarlos “asumiendo la propiedad de bienes inmuebles de los deudores”. E ilustró con el caso de Oaxaca: su deuda suma más de 4 mil 800 millones de pesos, 7.7 por ciento de la deuda de los estados con el instituto. Gracias a la Ley de Ingresos, Oaxaca ofrece ahora al Issste el Hospital de la Niñez y la Mujer y se inician los trabajos de conciliación de cifras con el estado para llegar a un acuerdo que permita, en los plazos que indica la Ley de Ingresos, establecer un convenio de pagos.
Es claro que ese convenio, aseguró Ramírez, no es suficiente para saldar toda la deuda de Oaxaca, pero sí implica un paso importante para que la entidad vaya regularizando –poco a poco– los adeudos con el instituto y que son adeudos con los trabajadores que cotizan al Issste.
Esta solución ayudará a que la institución logre ampliar sus servicios médicos. Y el gobierno de Oaxaca puede ser un ejemplo para que otras entidades aprovechen las nuevas facilidades y así vayan cerrando la brecha de las deudas. Muchos de los problemas que enfrenta el Issste tiene que ver con el rezago: falta de médicos, infraestructura, medicamentos y equipo. Este deterioro provocó el abuso en los servicios subrogados. Se ha determinado revertir la privatización, remató ( La Jornada, 25/10/20).
En suma: un Issste sin cambio alguno en el modelo neoliberal de pensiones, con pobre “oferta” de la 4T en salud y rezagos estructurales que dificultarán cumplir con la “misión” establecida por el presidente López Obrador.
* Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco