Organizaciones que defienden los derechos de las trabajadoras del hogar celebraron la entrada en vigor del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), a principios de este mes, que establece mejores condiciones laborales para este sector; sin embargo, señalaron que aún falta mucho para lograr que se respeten plenamente sus garantías.
Indra Rubio, del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir (ILSB), recordó que más de 97 por ciento de quienes se dedican a esta actividad carecen de seguridad social, pese al programa piloto que promueve el IMSS. Aunado a ello, expuso que en la segunda fase de esta iniciativa se determinó que las empleadas domésticas sólo tendrán la cobertura correspondiente en los días que trabajan, lo que no sucede en otros sectores laborales.
Lo anterior, dijo, afecta sobre todo a quienes laboran en la modalidad de entrada por salida “dado que es incompatible realmente que ellas puedan acceder a servicios de salud y seguridad social únicamente en los días que están trabajando. Esto es una vulneración a sus derechos dado que justamente el Convenio 189 mandata que ellas tendrán que tener acceso a derechos laborales no menos favorables que el resto de los trabajadores”.
Tania Turner, directora ejecutiva de Fondo Semillas, mencionó que, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2019, en México hay 2.4 millones de personas trabajadoras del hogar remuneradas, nueve de cada 10 son mujeres, 42 por ciento gana entre uno y dos salarios mínimos, sólo 2 por ciento tiene un contrato por escrito y 27.4 por ciento reciben aguinaldo. “Estos datos son ejemplos de la sistemática vulneración de derechos hacia este sector”.
Sobre su situación laboral en la pandemia de Covid-19, destacó que si bien varias trabajadoras se han podido reincorporar a sus empleos, “la situación sigue siendo complicada” para ellas.
Andrea Santiago, directora ejecutiva de Nosotrxs, mencionó que se ha avanzado en los cambios legislativos para proteger las garantías de las trabajadoras del hogar, pero “falta que se aplique a la realidad. Lo que el Convenio 189 hace es que además de reconocer todos sus dere-chos, es buscar y obligar a las autoridades a que implementen normas, mecanismos y políticas” que sirvan para que lleguen a esta población.
