Campeche, Camp., Un reo falleció y resultaron lesionadas al menos nueve personas (cinco custodios y cuatro internos), durante un motín en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de San Francisco Kobén, a 15 minutos de la capital de Campeche; además, las autoridades negaron que hubiera decesos.
Al cierre de esta edición continuaba la sublevación de internos, quienes a través de llamadas telefónicas advirtieron que estaban listos para repeler la agresión de los policías, que podría ocurrir en el transcurso de la noche y la madrugada.
El motín se inició cerca de las 7 horas del viernes. Los reos exigen que se les proporcionen los alimentos que establece la ley, que reactiven las visitas de sus familiares y se destituya a la directora Claudia Góngora Rosado.
El enfrentamiento se inició durante el pase de lista, cuando policías penitenciarios intentaron llevarse a varios procesados. Tras la gresca hubo detonaciones de arma de fuego y gas lacrimógeno, por lo que los internos se atrincheraron en las galeras.
Con pancartas y a gritos, desde los patios, donde colocaron mantas y carteles, más de un centenar de presos denunciaron que de desayuno sólo les dan una taza de “café pintado” y un pan, y de cena, agua de zuko (bebida artificial), mientras al mediodía reciben comida en mal estado, “caldo pintado” y cinco tortillas o sólo frijol con arroz, por lo que demandaron hablar con las autoridades. También, prendieron fuego a colchones, sábanas y toallas, y tomaron al menos tres galeras, lo que ocasionó que la dirección del penal pidiera el apoyo de policías antimotines y de la Guardia Nacional.
Antimotines intentan controlar la situación
Durante al menos tres horas, las personas privadas de su libertad se mantuvieron con el mando del penal, hasta que al mediodía ingresaron policías antimotines para tratar de controlar la situación.
Afuera del Cereso, decenas de familiares exigían información, mientras internos con teléfonos celulares llamaron a sus parientes y a los representantes de los medios, para informar que su compañero Darwin Uriel A.P., de 22 años, murió desangrado y junto con él, cuatro reos más resultaron lesionados.
Rosa María Palacios Suárez, subsecretaria de Seguridad Pública y de los centros penitenciarios de Campeche, negó que algún recluso hubiera fallecido y aseguró que los presos golpearon a los custodios. Por la tarde, familiares colocaron piedras y palos en los accesos del penal y a gritos exigían saber el estado de salud de sus parientes.