Guadalajara, Jal., Policías estatales detuvieron a 10 mujeres que se manifestaban la mañana de ayer afuera del edificio central de la Secretaría de Educación Jalisco (SEJ), en reclamo a la impunidad en torno de un comprobado abuso contra dos menores en 2019, que incluyó la violación de una niña de 7 años en la primaria Marco Antonio Montes de Oca, en la colonia Valle de los Molinos, en Zapopan.
“Luego de protagonizar actos de vandalismo en el edificio de la SEJ, 10 mujeres fueron detenidas por irrumpir intempestivamente en el inmueble, arrojar (objetos) contundentes con los que rompieron cristales, y realizaron pintas en las paredes, poniendo en peligro la integridad del personal y de ciudadanos presentes, así como de una bebé de meses que acompañaba a las causantes”, informó la Secretaría de Seguridad Pública estatal, cuyo grupo femenil de policías Ateneas se encargó de las detenciones por el cargo de “daños en las cosas”.
En 2020 comenzaron las protestas para exigir justicia, tras la denuncia presentada por familiares en enero de 2020 y de la cual, en diciembre pasado, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHJ) emitió una recomendación al titular de la SEJ, Juan Carlos Flores, para que se castigara la presunta negligencia de al menos seis docentes y la directora del plantel; pero a la fecha no ha habido siquiera reparación integral del daño.
Por la tarde, la Fiscalía General del estado (FGE) informó sobre el motivo de la manifestación y dijo que “continúa con la litigación de la carpeta de investigación” y “actualmente se encuentra a la espera de que el juez fije fecha para la audiencia inicial”.
Justificó además la tardanza para realizar la audiencia inicial con los docentes, porque, aunque estaba programada para el 7 de julio anterior (año y medio después de presentada la denuncia) no pudo celebrarse “pues no fue posible notificar a los señalados, motivo por el cual la audiencia se difirió” y ahora se espera que el juez fije una nueva fecha.
El Frente Feminista de Jalisco, que convocó a la protesta, después de señalar el hartazgo por la falta de justicia para Camila y Nínive, las dos víctimas, por la tarde acudió a la FGE para verificar que su personal y de la CEDHJ estuviera al pendiente de evitar mal trato a las mujeres.
“Toquen un pelo (a las detenidas) y la ciudad entera va a arder”, advirtió el frente, luego de denunciar que hombres vestidos de civiles participaron en las detenciones y luego les dijeron que lo más probable es que por la noche las mujeres fueran enviadas al reclusorio de Puente Grande en espera de cumplir el término de ley.