Washington. Más de seis meses después del mortal ataque al Capitolio, las autoridades de Estados Unidos comenzaron este viernes el proceso de desmantelamiento de vallas y barricadas que rodean el icónico edificio de Washington, aunque se mantendrán algunas restricciones de acceso.
Se vio al personal quitando barras que conectan secciones de la cerca de metal negro de unos 2.4 metros que se había erigido en los días posteriores a los violentos disturbios.
La remoción de la cerca en sí debe comenzar el sábado temprano, dijeron los trabajadores en el sitio, y se espera que la operación de desmonte dure todo el fin de semana.
Miles de soldados de la Guardia Nacional fueron emplazados en el área después del ataque, y un amplio límite de seguridad con alambre de púas convirtió al Capitolio en una fortaleza durante meses.
Un perímetro exterior fue desmantelado en marzo, pero la cerca, los desvíos del tráfico en Capitol Hill y la prohibición de visitantes ha irritado a legisladores tanto demócratas como republicanos.
En una carta a los legisladores esta semana, la sargento de armas del Senado, Karen Gibson, encargada de la seguridad en ese recinto, dijo que la Policía del Capitolio continuará "monitoreando la información de inteligencia" y que si las condiciones lo justifican la cerca podría reinstalarse rápidamente.
"Además, aunque se eliminará la cerca temporal, las restricciones de acceso al edificio implementadas en respuesta al Covid-19 permanecerán vigentes y se harán cumplir", dijo Gibson.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ordenó una revisión después del ataque para estudiar formas de reforzar la seguridad alrededor del Capitolio. Los problemas de seguridad siguieron siendo un problema durante meses después del ataque de enero pasado.
El dos de abril, un policía murió y otro resultó herido cuando un hombre estrelló su automóvil contra una barrera en el complejo. La policía del Capitolio mató a tiros al conductor cuando saltaba del automóvil blandiendo un cuchillo.