Brasilia. El presidente brasileño Jair Bolsonaro se negó ayer a responder las denuncias que investiga una comisión del Senado sobre posibles irregularidades en la negociación de vacunas anti-Covid por parte de su gobierno: “me cago en la CPI”, lanzó el mandatario. “¿Saben cuál es mi respuesta? Me cago, me cago en la CPI. No voy a responder nada”, expresó el mandatario en su transmisión semanal por redes sociales, al aludir a un pedido de la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) para que responda a las denuncias sobre un intento de sobreprecio en la compra del biológico Covaxin.
“No voy a responder a ese tipo de gente en hipótesis alguna, ellos no están preocupados por la verdad y sí por desgastar al gobierno”, afirmó el jefe de Estado.
La CPI busca determinar si el gobierno cometió “omisiones” en su manejo de la pandemia de coronavirus, que ya deja más de 530 mil fallecidos en Brasil, el segundo país más golpeado en términos absolutos después de Estados Unidos. Horas antes, Bolsonaro sugirió que las elecciones presidenciales del próximo año podrían ser canceladas a menos de que se efectúe una reforma al sistema de votación. Las encuestas de opinión vaticinan una victoria del ex mandatario izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva. “O hacemos unos comicios limpios en Brasil o no los hacemos”, declaró.