Las fuertes alzas del maíz y el gas son un factor de suma preocupación en la estabilidad del precio de la tortilla, uno de los principales alimentos de millones de mexicanos, advirtió el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
De acuerdo con diversos monitoreos, en lo que va del año el precio del kilogramo de tortillas se ha disparado alrededor de 30 por ciento, pues a finales de 2020 se encontraba en 15.2 pesos, y en los últimos días de junio estaba en 19.5 pesos en promedio.
De acuerdo con el Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados, en estados como Yucatán se encuentra hasta en 21 pesos por kilo.
Según el seguimiento del GCMA, al cierre de junio el precio internacional del maíz blanco, el que se utiliza en México para la elaboración de tortillas, registra un incremento anual de 60 por ciento.
No obstante, esta materia prima registra una fuerte volatilidad, pues apenas hace unos meses reportaba un incremento de aproximadamente 130 por ciento.
Según el Índice Nacional de Precios al Consumidor al cierre de junio, el precio del gas LP, es decir, el que usa 80 por ciento de las familias mexicanas y que es utilizado por las tortillerías de barrio, registró un incremento anual de 30 por ciento.
El alza de estos insumos, destacó el GCMA, es un riesgo latente para el precio de un producto básico en la alimentación.
En este sentido, Homero López García, presidente del Consejo Nacional de la Tortilla, señaló que se suma el incremento en el precio de la harina de las grandes productoras del país, como Maseca y Minsa, las cuales desde el primer día de este mes incrementaron el precio de la tonelada en aproximadamente 12 por ciento.
Ante este escenario, el representante de alrededor de 30 mil tortillerías de barrio señaló que los establecimientos no tienen más opción que incrementar el precio. De hecho, diversas cámaras han advertido que el precio promedio de este alimento puede cerrar el año en alrededor de 22 pesos por kilogramo, lo que sería un duro golpe para la economía familiar.