La industria del gas licuado de petróleo (LP) consideró que la creación de la empresa estatal de distribución de ese energético doméstico “es bienvenida”, y señaló que el encarecimiento es consecuencia del alza en los precios internacionales del crudo, pues es un producto derivado.
En entrevista con La Jornada, Carlos Serrano Farrera, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Gas (Amexgas) indicó que el costo del combustible se puede reducir con el combate al robo de la molécula y si la Comisión Reguladora de Energía (CRE) libera más permisos de almacenamiento, distribución y transporte.
El directivo indicó que la creación de la distribuidora, que dependerá de Pemex, es “buena”, pues “está en línea con los programas de beneficio social a las familias más necesitadas y seguramente va a aportar beneficios al otorgarles un producto o un servicio de menor precio”.
Insistió en que “es bienvenida” por su propósito social y porque representa competencia, factor que se debe promover y fomentar. Sin embargo, consideró que debe existir igualdad ante los otros actores del mercado para evitar problemas y distorsiones.
Detalló que en la región centro del país, donde el gobierno federal busca poner en marcha la primera etapa, existen 114 plantas distribuidoras que compiten entre sí.
El presidente ejecutivo de Amexgas destacó que el encarecimiento no es injustificado. “Tenemos que entender que el precio es alto no por los distribuidores, sino porque el producto en sí mismo ha subido de precio en los mercados internacionales.”
Explicó que Pemex produce 40 por ciento del gas LP en México, importa 20 y el restante 40 por ciento es traído de Estados Unidos por empresas privadas.
Agregó que el producto derivado del petróleo aumentó 75 por ciento en junio pasado respecto del mismo mes de 2020, como consecuencia del alza en los precios internacionales tras la pandemia de Covid-19.
Apuntó que Pemex no tuvo incremento en el costo de su producción, pero sí en el petrolífero que importa, de modo que aumentó 4.28 pesos por kilo y en su terminal de Tepeji del Río se colocó en 5.38, es decir, 1.10 pesos más.
Señaló que los distribuidores compran 60 por ciento del producto a Pemex, por lo que el incremento del precio internacional no sólo se refleja en el costo al consumidor, situación que se ha repetido en otros países. Añadió que es necesaria una estrategia integral que corrija “algunos errores y vicios que están afectando el precio, como el robo de gas LP”, fenómeno que “está afectando muchísimo”, pero si se ataca podría bajar costos.
Agregó que también se deben reducir los costos regulatorios, que se trasladan al precio que paga el usuario final, además de otorgar los permisos que aún no autoriza la CRE, para generar más competencia, mejor servicio y mejores precios.