La celebración conjunta en Venezuela del Congreso Bicentenario de los Pueblos del Mundo (CBPM) y de la 19 Cumbre del ALBA-TCP reafirmó a la patria de Bolívar como un referente fundamental de la lucha internacional por la democracia, contra el imperialismo y por la defensa de las ideas revolucionarias. El mejor testimonio de lo que afirmo se puede escuchar dialogando con habitantes de los barrios populares, muy frecuentemente partícipes de uno de los programas comunales o comunitarios, en cuyo éxito es decisiva la creatividad que hacen surgir en los pueblos las revoluciones.
En el caso de Venezuela es imperioso mencionar el relevante papel social y revolucionario de las mujeres como jefas de familia o como destacadas participantes en tareas estratégicas como los Consejos Locales de Abastecimiento y producción o el venidero proceso electoral del 21 de noviembre de 2021.
Es notable que las ideas de Marx están muy presentes en la experiencia venezolana, de la misma manera que lo están el recuerdo y las ideas de Miranda, Bolívar, Ezequiel Zamora, el Negro Primero y Hugo Chávez, como también de los héroes y heroínas –con frecuencia anónimos– aportados por sus pueblos originarios. En el orden internacional, un logro destacado del CBPM es que consiguió una articulación importante de las batallas que hoy libran los pueblos del mundo contra la globalización neoliberal y en tal sentido logró concretar a futuro acciones comunes en la investigación de los fenómenos económico-sociales, formación de cuadros y el trabajo comunicacional y en otros frentes, en cuya instrumentación podrá contar con los esfuerzos de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad.
Cabe subrayar que el documento aportado por ésta al congreso se propone crear una universidad en defensa de la humanidad y una plataforma de comunicación que seguramente sumará sus esfuerzos a la acordada por el Congreso con el nombre de Hugo Chávez. Es imposible en este espacio dar una idea detallada de los debates y acuerdos de las dos reuniones. Sólo en el capítulo donde denuncia al imperialismo como principal enemigo de la humanidad, el CBPM aborda varias líneas de acción y regiones del planeta en los que se aprecia la agresividad actual y el expansionismo y sed de territorios, mares, ríos y recursos naturales, incluidos en los planes imperialistas estadunidenses a escala planetaria, enmarcados dentro de una estrategia que ha extendido el campo de operaciones de la OTAN a Europa del Este y a las fronteras marítimas y terrestres de Rusia y China; es obvio que pretende hacer lo mismo en relación con las de América Latina y el Caribe.
La declaración de la Cumbre del ALBA (https://bit.ly/2TLbOMv) reiteró su compromiso con la integración “genuinamente” latinoamericana y caribeña, “que nos permita enfrentar unidos la dominación imperialista”; con el multilateralismo y “con la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz”. Resaltó la necesidad de fortalecer la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños como mecanismo “de concertación política de los 33 países de nuestra América”. Saludó la victoria electoral del MAS en Bolivia “que gracias a la lucha y conciencia de su pueblo pudo desarticular al golpe criminal y corrupto”, se congratuló de la instalación de la nueva Asamblea Nacional de Venezuela.
De la misma manera, saludó la celebración de las elecciones locales y regionales en noviembre en el país caribeño. Igualmente, proclamó su apoyo “incondicional”al gobierno sandinista, al presidente Daniel Ortega y al pueblo de Nicaragua en “su decisión de continuar defendiendo la soberanía, la paz y los notables avances sociales y económicos alcanzados”. Condenamos “los reiterados intentos desestabilizadores” contra el gobierno legítimo de Nicaragua “por parte de Estados Unidos, promoviendo medidas coercitivas unilaterales entre otras acciones desestabilizadoras”. Por último, se congratuló de la preparación de la próxima jornada electoral en el país sandinista y exigió la no intervención en esos asuntos, “que son de la exclusiva competencia del pueblo y las instituciones nicaragüenses”.
Una vez más, el ALBA ratificó “el derecho de los países del Caribe –con los que mantiene excelentes relaciones– a recibir un trato justo, especial y diferenciado”. Al abordar la pandemia del Covid-19 subrayó el compromiso del mecanismo para mitigar su propagación, así como los extraordinarios esfuerzos del personal de salud, en especial la labor que realiza en la primera línea el contingente Henry Reeve de Cuba y el desarrollo de cinco candidatos vacunales por la isla bajo el inclemente bloqueo. Ese mismo día se anunciaba la firma de un convenio entre Cuba y Venezuela para la entrega al país bolivariano de 12 millones de vacunas Abdala.
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