El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la creación de una distribuidora de gas licuado de petróleo (LP) de bajo costo, dependiente de Petróleos Mexicanos (Pemex). El propósito es llevar a la baja las tarifas que recientemente han subido de manera “injustificada”.
La decisión fue tomada por el mandatario esta semana y se prevé armar la nueva empresa pública en tres meses para vender cilindros de gas LP a precios reducidos. En la primera etapa se llevaría el combustible a zonas populares de la Ciudad de México.
Actualmente el mercado está controlado por cinco empresas privadas que comercializan con un margen de utilidad muy alto, respecto de los precios que obtienen de Pemex, dijo a la prensa.
Desde 2005, expuso, la premisa fue el libre mercado, pero en realidad no hay competencia ni regulación. “Es la libertad, pero del zorro en el gallinero”, advirtió.
Durante la conferencia de prensa matutina, el Presidente señaló que a su gobierno le importa mucho la economía popular, mejorar el salario y crear empleos.
Luego abordó el tema del gas LP; reconoció que no ha cumplido su compromiso de evitar el incremento del energético.
Si bien no ha habido gasolinazos ni ha subido el diésel o la luz por encima del nivel inflacionario, sí ha ocurrido con el gas utilizado en hogares y pequeños comercios.
Acorde con una tabla de la Profeco, distribuida por la Presidencia de la República, el gas LP para tanques estacionarios ha pasado de febrero a junio de 10.92 a 13.25 pesos por litro, mientras el de cilindro subió de 20.43 a 24.78 por kilogramo en ese mismo lapso.
López Obrador reiteró que habrá un precio máximo del gas LP y sostuvo que las modificaciones no afectarán a las empresas del sector, y tampoco se dará subsidio a la pretendida empresa pública, sino que se ajustará a las tarifas que da Pemex y sólo habrá un pequeño margen diferencial para compensar los gastos operativos: compra de vehículos, cilindros y equipos.
“Mientras se establece un mecanismo de precio máximo, que lo vamos a establecer, también ya estamos preparando la creación de una empresa para distribuir gas a precio justo, Gas Bienestar se va a llamar, y se van a vender cilindros de gas de 20, de 30 kilos a precios bajos en las colonias, sin que estas otras empresas particulares dejen de participar, pero va a haber competencia, porque no hay.”
Sostuvo que la Comisión Federal de Competencia Económica –de la que nunca recuerda el nombre– “es un cero a la izquierda”.
Anticipó que también se planea “algo parecido” para el gas natural, a partir de los excedentes por las “transas” en ese ámbito, cuando se contrató combustible al por mayor, porque se suponía que lo utilizarían para las generación de energía eléctrica, pero como no se hicieron las termoeléctricas prometidas “estamos buscando la forma de utilizar todos esos excedentes”.
Subrayó que pasa buena parte de su agenda arreglando “entuertos”, herencias del gobierno que facilitaba el saqueo.
–¿En cuánto se podrá vender el gas? –se le preguntó.
–Lo más bajo. (Será) para la gente humilde, a la gente pobre en las colonias.
Señaló que es doloroso el aumento del precio del gas, en especial el del cilindro, de ahí que se estudia actualmente cuáles zonas serían prioridad; por lo pronto anticipó que los mayores aumentos se han dado en Iztapalapa y Azcapozalco, en la Ciudad de México.
Aseveró que las grandes distribuidoras tienen una especie de subcontratación y manejan toda la cadena de comercialización y, con ello, evitan la competencia y controlan grandes territorios.
El mandatario confió en que a partir de la operación de Gas Bienestar se detengan los aumentos y se ajusten a la baja las tarifas. Dijo que para este plan no se requiere modificar la ley, sólo obtener la venia de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Positivo,que haya más competencia, pero requiere presupuesto: analistas
Alejandro Alegría
En junio el precio del gas licuado de petróleo (LP) se incrementó 34.23 por ciento respecto de igual mes de 2020, según datos de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco). El encarecimiento ha llevado al gobierno federal a anunciar la creación de una empresa distribuidora del energético, objetivo que analistas del sector consideraron positiva por el lado de la competencia, pero complicado por el presupuesto requerido.
La importancia del gas LP en el país radica en que 76 por ciento de la población, esto es, tres de cada cuatro hogares, lo utilizan; sin embargo, las familias con menos recursos destinan 3.5 veces más de su gasto a este energético que las de mayores ingresos, según la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).
El monitoreo de Profeco observó que en junio el precio promedio de un cilindro de gas LP fue de 495.60 pesos, mientras en igual mes de 2020 era de 369.20 pesos, un incremento de 34.23 por ciento.
Al 30 de junio, el promedio del kilo para cilindros en el país fue de 24.78 pesos. En ese periodo, Global Gas vendió en la Ciudad de México el kilo a 27.70 pesos el kilo, por lo que los usuarios pagaron 554 pesos por un tanque de 20 kilos.
En enero el precio promedio fue de 22.09 pesos por kilogramo, mientras en octubre del año pasado se ubicó en 19.21 pesos, por lo que el costo del tanque de gas de 20 kilos fue de 384.2 pesos.
Al finalizar el sexto mes del año pasado, el precio del combustible se ubicó en 18.46 pesos.
De acuerdo con a Comisión Reguladora de Energía (CRE), las empresas que dominan 60 por ciento del mercado son Global Gas, Gas Nieto, Gas Uribe, Tomza, Vela Gas y Zeta Gas. Este diario pidió comentarios sobre el tema a las firmas, pero no hubo respuesta.
Competencia positiva
La existencia de una nueva empresa distribuidora es positiva en materia de competencia, pero hay que darle tiempo para que se desarrolle, pues necesitará mayor presupuesto del Estado, señaló Arturo Carranza, especialista en materia energética.
Comentó que la introducción de la firma estatal “significa una mayor competencia en el mercado”, y siempre será positivo que existan más participantes.
Destacó que la propuesta del presidente López Obrador es un ejemplo del fortalecimiento de Pemex a lo largo de la cadena de valor de hidrocarburos. Aunque implica que la petrolera estatal requiera de más presupuesto, un mayor gasto en la inversión, pues por el momento Pemex no genera flujos adecuados y debe apoyarse en el gobierno federal.
Ramses Pech, experto del sector energético, comentó que la intención del gobierno federal es “muy complicada”, pues necesitará de recursos para adquirir camiones, cilindros y contratar personal, entre otros elementos que implica la logística.
Explicó que el combustible doméstico se traslada por pipas o ductos de las seis refinerías de Pemex y 11 centros de importación a 33 terminales, 20 de ellas pertenecen a la empresa estatal y el resto a firmas privadas.
El gas se moviliza en 3 mil 400 camiones de gran capacidad a mil 200 plantas de distribución de 350 compañías, las cuales suministran el energético mediante 12 millones de camiones para tanques estacionarios y más de 20 millones para cilindros.
Comentó que para lograr el objetivo del presidente el gobierno deberá contar con la infraestructura y permisos de la CRE para almacenar, transportar y distribuir el gas LP, así como de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
Destacó que para bajar el precio, como lo busca el presidente López Obrador, el gobierno federal deberá contar con 70 por ciento de la infraestructura actual, es decir, 7 millones de camiones, más 5 millones de tanques, más personal en todo el país.
Mencionó que lograr la tarea será “muy complicado”, pues tiene una complejidad similar a la compra de camiones para evitar el huachicoleo de gasolinas en 2019, pero también se deben asignar recursos del presupuesto de 2022. Apuntó que el mercado está afectado en el costo de la distribución, pues este depende del precio del barril de crudo que está por arriba de 70 dólares.