Cannes. Un mes después de llevarse el premio Princesa de Asturias de las Letras, el escritor y director francés Emmanuel Carrère estrenó ayer en Cannes Ouistreham, filme con Juliette Binoche que se mueve entre la ficción y el documental para traer al primer plano a las mujeres de la limpieza.
La tercera cinta de Carrère, que abrió la sección paralela Quincena de realizadores, es una adaptación de la reconocida obra de la periodista francesa Florence Aubenas El muelle de Ouistreham (2010), retrato de un grupo de mujeres del oeste de Francia enfrentadas a la precariedad económica y laboral.
Aubenas ocultó su identidad para adentrarse en este mundo de sufrimiento diario y trabajar en un ferri en el que debía hacer 60 camas en 90 minutos y limpiar retretes. Pero Carrère añadió un componente dramático al incluir una historia de amistad entre el alter ego de Aubenas (Binoche) y una de las mujeres de la limpieza.
En una entrevista con Afp, Carrère, también periodista, habló de este ejercicio entre ficción y realidad que caracteriza su obra y que resulta en una película con evidentes similitudes con el cine social del director británico Ken Loach.
–¿Se puede comparar la salida de un libro con la de un filme, especialmente en Cannes?
–Con la salida de un libro uno está solo. Siempre es un poco lo mismo. En cambio, el filme lo presento con el elenco. Es muy divertido. Con los actores y actrices vivimos una aventura desde el principio y Cannes es una etapa de esta aventura, que era inesperada.
–Aubenas sugirió a Binoche su nombre cuando esta le pidió adaptar el libro a la gran pantalla. ¿Por qué aceptó dirigir el filme?
–Lo hice un poco a ciegas, preguntándome si realmente era una buena idea. Pero además tengo la impresión de que el azar te puede acercar mucho más a ti mismo que tu propia voluntad. Es mucho más interesante no saber hacia dónde se va, como fue el caso de esta película.
–La película plantea el dilema sobre si es lícito ocultar su identidad para escribir un libro. ¿Encontró una respuesta?
–Sí, está justificado cuando el resultado es un libro como el de Aubenas. No sólo es excelente, es profundamente útil. Hay un riesgo, pero Aubenas lo hizo todo para reducirlo, sabía que no debía crear una gran intimidad (con los protagonistas de su libro). E
“En cambio, la heroína de mi filme no es Aubenas, no es periodista, sino escritora, y es menos consciente del riesgo.”