Washington. El ejército estadunidense anunció ayer que casi había concluido la retirada de sus tropas de Afganistán, donde las autoridades desplegaron centenares de soldados y milicianos para frenar una vasta ofensiva talibán en el norte, lo que provocó el cierre de consulados y obligó a al menos mil militares a buscar refugio en Tayikistán.
El presidente Joe Biden anunció en abril que quería terminar esta retirada para el 20 aniversario de los atentados del 11 de septiembre, lo que provocó la intervención militar en el país asiático. Dos meses antes de las fecha se ha completado “más de 90 por ciento de su retirada”, indicó el Comando Central del Pentágono.
Según la autoridad también se entregó oficialmente el control de siete bases estadunidenses a las fuerzas de seguridad de seguridad afganas y se ha retirado en equipos el equivalente a casi mil cargas de aviones de transporte C-17, de los cuales se han retirado 894 unidades.
El viernes pasado las tropas estadunidenses y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) abandonaron la base aérea de Bagram, la mayor de Afganistán, ubicada a 50 kilómetros al norte de Kabul, y que era el centro de sus operativos desde el comienzo de su intervención militar provocada por los atentados.
La Casa Blanca precisó el viernes que los últimos soldados habrían salido del territorio afgano para “finales de agosto”. Autoridades explicaron que tras su salida de Afganistán seguirán en estrecho contacto con los gobiernos de la región para establecer otro “tipo de posibilidades de apoyo” a sus fuerzas de seguridad.
Los combates de ayer en la nación asiática causaron estragos en varias provincias, aunque los talibanes centraron sus esfuerzos, sobre todo en el norte del país, donde se han apoderado de varias decenas de distritos desde que Estados Unidos y la OTAN empezaron a retirar sus tropas en mayo.
Centenares de soldados regulares y milicianos progubernamentales se movilizan en las provincias septentrionales de Tajar y Badajshán, zonas en que los yihadistas tomaron extensos territorios sin combatir. Ambas provincias integraban los bastiones de las fuerzas de la Alianza del Norte, opositora en la década de 1990 al régimen talibán.
Alemania, Rusia y Turquía cerraron sus consulados en Mazar-e-Sharif, capital de la provincia norteña de Balkh y la cuarta ciudad más grande de Afganistán. Irán, Uzbekistán, Tayikistán, India y Pakistán redujeron sus actividades consulares. Ha habido combates en la provincia, aunque su capital ha sido relativamente pacífica.
El personal de seguridad afgano que huyó a Tayikistán ante el avance de los insurgentes es enviado de vuelta al país para unirse a la lucha, informó Hamdullah Mohib, asesor de Seguridad Nacional de Afganistán. El presidente de Tayikistán, Emomali Rahmon, ordenó el envío de 20 mil reservistas a la frontera con Afganistán, al sur del país, ante los avances.