Superar el rezago en la protección contra riesgos sanitarios en México requiere un nuevo mecanismo de financiamiento y reconocer la rectoría de la Secretaría de Salud (SSa). También tener una “agenda gris” para identificar a los actores contaminantes y combatirlos, reconoció Alejandro Svarch, titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Sobre los trámites de registros sanitarios de medicamentos que se retrasaron a causa de la pandemia de Covid-19, informó que se creó una fuerza de trabajo con 25 verificadores químicos y de áreas afines, mientras junto con el trabajo del Comité de Moléculas Nuevas, el pasado viernes se terminaron con los pendientes en esta área.
Ayer, la Cofepris realizó el simposio internacional “La regulación sanitaria en un mundo pos-Covid”, con motivo de su 20 aniversario. En la inauguración participaron Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de Ciudad de México; el secretario de Salud, Jorge Alcocer, y el subsecretario Hugo López-Gatell.
En ese foro, titulares de agencias regulatorias de diferentes países comentaron que, como se hizo en México, tuvieron que flexibilizar los trámites para agilizar el acceso a medicinas y vacunas.
Resaltaron la importancia de la cooperación internacional porque “nadie estará a salvo hasta que todos lo estemos”. Asimismo, coincidieron en que las nuevas formas de trabajo permanecerán en el futuro. Es el caso de los acuerdos de reconocimiento del desarrollo de medicamentos y vacunas, a fin de evitar la repetición de ensayos clínicos en cada país, comentó Emer Cooke, de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés).
Subrayó que una sola agencia no puede hacer todo, independientemente de su tamaño y recursos, y refirió el caso de las inspecciones en fábricas que, por causa de la pandemia y la suspensión de viajes internacionales, se han tenido que realizar a distancia y en colaboración con otros países para evitar duplicación de esfuerzos.
Experiencias similares fueron presentadas por los titulares de agencias regulatorias de Cuba, Argentina y Canadá, entre otros. Por su parte, Alejandro Svarch dijo que su objetivo al frente de la Cofepris es garantizar el acceso a los insumos médicos sin injerencia del mercado e intereses particulares.
Antes, Cristian Morales, representante en México de las organizaciones Mundial y Panamericana de la Salud (OMS/OPS), ofreció el acompañamiento de estos organismos con la finalidad de que en 2022 la Cofepris ratifique la certificación como agencia reguladora nivel 4, el máximo estándar de calidad y reconocida en el nivel internacional.
Entre las acciones de Cofepris, resaltó la decisión adoptada en 2019 para asumir la responsabilidad del sistema de farmacovigilancia, el cual hasta ese momento controlaba la industria farmacéutica. Desde ese año, la comisión adoptó la plataforma electrónica internacional Upsala y Vigiflow.
El titular de Cofepris también comentó el trabajo para fortalecer el laboratorio nacional, Comisión de Control Analítico y Ampliación de Cobertura (CCAYAC), así como lograr la transferencia de tecnología para la fabricación de dos candidatos de vacunas contra el virus SARS-CoV-2, los productos que se envasan en el país de AstraZeneca y de CanSino Biologics.