Moscú. Para Rusia, “todo intento de sostener un diálogo desde posiciones de fuerza está condenado de antemano” porque “cualquier acción hostil recibirá una respuesta firme y demoledora”, advirtió este martes el canciller ruso, Serguei Lavrov.
Al ser preguntado sobre las perspectivas que se abrieron con la reciente cumbre de Ginebra de los presidentes Vladimir Putin y Joe Biden, el jefe de la diplomacia rusa lamentó que Estados Unidos dice querer una relación bilateral “estable y predecible” y hace todo para arruinar ese propósito.
Lavrov señaló –en una entrevista al periódico indonesio Rakyat Merdeka, en vísperas de su viaje a Yakarta en visita oficial y para participar en una reunión de cancilleres de Rusia y los países de la ASEAN (siglas en inglés de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático)– que Washington, “con renovada fuerza utiliza el mismo tono de antes” y lanza nuevas amenazas a Moscú “si no acepta las reglas del juego que quieren imponerle”.
Recordó que Rusia tiene claro que no habrá avances en ningún ámbito de la relación con Estados Unidos a menos que ambos países estén dispuestos a encontrar “un equilibrio de intereses mutuamente aceptable con base en los principios de paridad”.
La firme posición manifestada por Lavrov se corresponde con la nueva versión de la Doctrina de Seguridad Nacional de Rusia, que sustituye a la anterior de 2015 y esta semana entró en vigor.
Según este documento toral, que sirve de fundamento para la Doctrina Militar, la Concepción de Política Exterior y otros lineamientos de Rusia, Estados Unidos y sus aliados de Occidente “son adeptos de valores que nos son ajenos y que se deben rechazar”.
Igual que desde hace seis años, “la política interna y exterior independiente de Rusia hace que EU y sus aliados, que quieren mantener su supremacía en los asuntos mundiales, emprendan acciones que buscan afectarnos, al tiempo que su política de contención de Rusia incluye ejercer presión en materia de política, economía, militar e información”.
Pero ahora, además, “nuestros valores tradicionales de índole religiosa, moral, cultural e histórica son blanco de constantes ataques de EU y sus aliados, así como de las corporaciones transnacionales, la ONG internacionales, las organizaciones religiosas, extremistas y terroristas”.
Moscú percibe un incremento de los peligros y amenazas militares y lo atribuye a los intentos de ejercer presión de fuerza su contra, a la expansión de las infraestructuras militares (de la OTAN) cerca de sus fronteras, a la intensificación del espionaje, a los ensayos de emplear contra Rusia grandes formaciones militares y armamento nuclear”.
El Kremlin, en el otro extremo, se propone sobre todo fortalecer la “relación estratégica” con China e India, entre otras metas “para crear mecanismos que garanticen la estabilidad regional y la seguridad en la región de Asia y el Pacífico sin formar bloques”.