El incremento de precios ya se convirtió en el principal problema para frenar la pobreza. Dos productos reflejan con claridad esta situación: la tortilla y el gas, que tienen aumentos de doble dígito, lo cual lastima profundamente las finanzas de los que menos tienen. La tortilla porque es un alimento básico y el gas porque es el energético con el que la mayoría de la gente cocina.
El único mandato del Banco de México es la estabilidad de precios, pero no ha logrado su objetivo. La inflación ya se descontroló e incluso uno de los subgobernadores de dicha institución, Jonathan Heat, calcula que se acercará a 6 por ciento durante 2021. En consecuencia, el banco central incrementó la tasa de interés de referencia, al pasar de 4 por ciento a 4.25 por ciento anual, lo cual no será suficiente para controlar el aumento de precios ni para que los ahorradores mantengan el valor de sus inversiones.
Pero el problema va mucho más allá de lo que haga o deje de hacer el Banco de México. A nivel internacional hay fuertes presiones inflacionarias por el exceso de liquidez, producto de la emisión monetaria sin sustento en los países ricos.
En segundo lugar, hay una grave sequía que traerá como resultado una menor producción de alimentos en México, lo cual implicará un aumento de las importaciones de productos básicos. En los hechos, el Presidente ya anunció que se abrirá el mercado de maíz para hacerle frente a los aumentos de precios y a la demanda de granos.
En tercer lugar, la extracción de hidrocarburos se reducirá debido a los recientes accidentes en el sector, lo que también se traducirá en incremento de las importaciones en un mercado en el que el precio del petróleo sube y puede llegar a 100 dólares por barril.
Otro problema es la escasez de algunos insumos para la producción industrial, como es el caso de los chips para autos y computadoras, lo que se traduce en un incremento de los precios de cientos de productos terminados en México y en el mundo.
Como efecto de este fenómeno de inflación, de la caída del empleo y de la crisis de salud, que no acaba de resolverse, el número de pobres en nuestro país aumentará a lo largo de los próximos meses.