La morosidad en los créditos bancarios al consumo de las familias siguió al alza en mayo, en un reflejo del deterioro en la capacidad de pago a más de un año de que comenzó a resentirse el efecto económico de las medidas para contener la pandemia, de acuerdo con cifras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
El índice de morosidad ajustado (Imora), que refleja con mayor precisión el impago de los usuarios, reflejó que en mayo pasado por cada 100 pesos de crédito al consumo 14.30 pesos se encontraban en mora. En el mismo mes de 2020, esa relación fue de 13.92. En marzo del año pasado, un mes antes del inicio del confinamiento, fue de 13.18 por cada 100 pesos.
Con una cartera de crédito en consumo de 945 mil millones de pesos en mayo de este año, el Imora equivale a 135 mil millones de pesos.
El Imora es el indicador que refleja el impago de una forma más precisa, puesto que considera la cartera vencida y la suma de los últimos 12 meses de quitas y castigos.
De forma desagregada, en el segmento de tarjetas de crédito, que cuenta con un portafolio vigente de 350 mil millones de pesos, el Imora alcanzó un nivel de 17.66 por ciento –61 mil 810 millones pesos–, lo que representó un aumento de 0.34 puntos frente a mayo del año previo.
Punto de inflexión
Para el portafolio de los créditos personales, que cuenta con un saldo vigente de 157 mil millones de pesos, el índice de impago se colocó en 18.43 por ciento —28 mil millones de pesos—, es decir, un aumento de 1.07 puntos comparado con el quinto mes de 2020. Se trata del más alto dentro del sector de consumo.
En lo que respecta a los préstamos de nómina, que cuentan con un portafolio vigente de 254 mil millones de pesos, el Imora se situó en 9.93 por ciento, 25 mil millones de pesos. En este segmento, hubo una disminución de 0.66 puntos respecto de mayo.
A su vez, en el segmento de los créditos automotores, que cuentan con un saldo vigente de 143 mil millones de pesos, la morosidad ajustada alcanzó un nivel de 7.82 por ciento –11 mil millones de pesos–, lo que representó un aumento de 1.76 puntos.
Las cifras se presentan un año después de que los bancos atravesarán el peor momento de la crisis que dejó la pandemia.
A decir de las propias instituciones y de la Asociación de Bancos de México (ABM), la morosidad ya “ha tocado un punto de inflexión” y un repunte solamente se daría en caso de una nueva ola de contagios de Covid-19.