Bakú, Azerbaiyán. Perdió sus dos primeros partidos, su estrella sufrió un paro cardiaco, pero Dinamarca escribió una nueva página en su cuento de hadas y volverá a pisar unas semifinales de Eurocopa gracias a su triunfo 2-1 sobre República Checa, en el estadio Olímpico de Bakú.
En el partido por la final, que tendrá lugar el miércoles en Wembley, se enfrentará a Inglaterra.
“Estoy muy orgulloso de que estemos en semifinales de la Eurocopa”, celebró Kasper Hjulmand, seleccionador de Dinamarca.
“Estamos muy decepcionados, hubo algunas lágrimas en el vestuario”, ventiló el técnico perdedor Jaroslav Silhavy, quien sin embargo admitió que “los cuartos de final es algo mejor de lo que esperábamos de nosotros. Para mí, personalmente, es un gran éxito”.
El centrocampista danés Thomas Delaney adelantó a los suyos a los cinco minutos de juego con un remate de cabeza a placer a la salida de un córner. Cerca del descanso, Kasper Dolberg ampliaba la ventaja con un remate con el pie al segundo palo (42).
El artillero Patrik Schick prolongó su gran momento e hizo el único gol checo al comenzar el segundo tiempo (49), con lo que consiguió su quinta diana en la Eurocopa, igualando con el astro portugués Cristiano Ronaldo.
Dinamarca regresará a unas semifinales del máximo torneo europeo de selecciones tras las que pisó en 1992, cuando se proclamó campeona con su generación apodada Danish Dynamite.
“Es difícil encontrar las palabras, sabíamos que sería una prueba muy difícil contra un equipo de una potencia extraordinaria”, analizó el arquero danés Kasper Schmeichel.
Los nórdicos salieron vencedores del único duelo de cuartos que oponía a dos selecciones que saben lo que es ganar la Eurocopa. Los checos levantaron el trofeo en 1976, todavía como Checoslovaquia y en unión con los eslovacos.
Dinamarca además se tomó la revancha por la derrota sufrida en la misma ronda de la Eurocopa 2004 contra los checos (3-0).
El cuadro vikingo consiguió desembarcar en semifinales, con el objetivo de seguir regalando alegrías a su compañero Christian Eriksen, quien se recupera del infarto que sufrió durante el partido frente a Finlandia, en el inicio del torneo en Copenhague.
“Pienso en Christian todos los días”, desveló Hjulmand. “Forma parte del equipo. Le envío mis felicitaciones, él es una gran parte de este resultado”.
Incidente con una bandera arcoíris
La UEFA anunció que investiga un incidente previo al partido en Bakú, después de que empleados del estadio confiscaran una bandera arcoíris que lucía un hincha danés.
“La UEFA no ha dado nunca como consigna a los empleados del estadio en Bakú, o de cualquier otro, que retiren las banderas arcoíris”, declaró la instancia europea en un comunicado.
“Las primeras informaciones que tenemos es que el aficionado en cuestión estaba muy ebrio y que algunos fanáticos locales comenzaron a ser agresivos con él. Los empleados del estadio intervinieron y permitieron a ese aficionado seguir en la grada, a pesar de su estado”, añadió, y aclaró que “la bandera arcoíris es un símbolo que representa los valores centrales de la UEFA y promueve todo en lo que creemos”, insistió la instancia, organizadora de la Eurocopa.
Este nuevo acto recuerda una de las polémicas más importantes vividas en este certamen, cuando la ciudad de Múnich quiso iluminar su estadio con los colores de la comunidad LGBT antes del partido Alemania-Hungría de la fase de grupos, para protestar con-tra la aprobación de una ley húngara considerada discriminatoria contra los homosexuales.